SAN FRANCISCO (AP) — Más de 50.000 usuarios en California se quedaron sin electricidad y otros en todo el estado fueron exhortados a ahorrar electricidad el jueves en medio de una ola de calor de otoño que ha generado otra ronda de riesgo extremo de incendios.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de calor hasta el viernes por temperaturas en los 90 grados Fahrenheit (32 Celsius) e incluso de triple dígito en muchas partes del estado.
Advertencias por riesgo extremo de incendios entraron en vigor en gran parte del Área de la Bahía de San Francisco donde se espera que ráfagas de viento caliente de hasta 88,5 km/h (55 mph) amenacen con generar nuevas llamas en una región que de antemano ha registrado unos de los peores incendios forestales en la historia del estado.
Un incendio de arbustos inició el jueves por la madrugada cerca de la ciudad de Redlands, en el sur de California, lo que causó un pequeño desalojo al tiempo que creció a hasta 40 hectáreas (100 acres), pero antes del amanecer se hallaba contenido aproximadamente en un 30%.
La compañía de servicios Pacific Gas & Electric empezó a interrumpir la electricidad el miércoles por la noche para clientes que viven en partes de 24 condados, principalmente en la Sierra Nevada y la Bahía de San Francisco. Los clientes afectados iban de 10 en el condado Yolo a más de 11.300 en el condado Butte.
La interrupción del servicio fue una “opción de último recurso”, dijo Mark Quinlan, jefe de incidentes de PG&E.
“Estos son momentos difíciles. No solo nos encontramos en el pico de la temporada de incendios forestales... muchos de nosotros estamos trabajando desde casa, tomando clases desde casa también”, agregó. “Reconocemos esas adversidades cuando interrumpimos la electricidad”.
Se prevé que cientos de clientes más sufran cortes de servicio la tarde del jueves en el extremo norte del estado.
Numerosos estudios han relacionado el aumento de incendios en Estados Unidos con el cambio climático a raíz del uso de carbón, petróleo y gas. Científicos han dicho que el cambio climático ha hecho que el clima de California sea más seco, lo que vuelve más inflamables a los árboles y otras plantas más inflamables.