MADRID, 13 (CHANCE)
Rocío Flores celebra hoy, en familia y en la intimidad, su 24 cumpleaños. Una fecha especial para la nieta de Rocío Jurado, que poco podía imaginar cuando cumplió 23 que su vida daría un giro radical en tan sólo un año. Y es que, aunque parece que lleva con nosotros - coloquialmente hablando - toda la vida, fue hace 13 meses cuando se estrenó en un plató como defensora de su padre, Antonio David Flores, durante la participación de éste en Gran Hermano Vip. Sincera, ocurrente, natural, espontánea y, sobre todo, dispuesta a defender a su familia con uñas y dientes. No tuvo un debut fácil en televisión, al tener que enfrentarse, entre otros, a Kiko Jiménez, ex de Gloria Camila y un contrincante duro de roer. Pero lo superó con nota.
Tanto, que pese a que cuando su padre salió del reality y Rocío aseguró que su faceta mediática se había acabado, pocos la creyeron. Y, poco después era ella la que se lanzaba a vivir una de las aventuras que cambiaría su vida, embarcarse en Supervivientes, un reality al que siempre soñó con ir. Y es que, durante el reality, la hija de Rocío Carrasco se mostró tal y como es, con sus miedos, sus ansiedades y sus objetivos en la vida. Todos pasaban por retomar el contacto con su madre después de siete años sin hablarse, y así lo confesó en más de una ocasión.
Desde Honduras, Rocío imploraba una conversación privada con Rocío Carrasco y un cariño al que hacía demasiado tiempo que había renunciado. Sin embargo, y pese a dejar la pelota en el tejado de su madre, ésta no se la ha devuelto, y cuatro meses después de regresar de Supervivientes - donde quedó en un meritorio tercer puesto - ese reencuentro entre madre e hija ni se ha producido ni tiene pinta de que se vaya a producir.
Sin embargo, la nieta de Rocío Jurado sigue con su vida. Feliz con Manuel Bedmar, con quien lleva cuatro años de relación y con el que se acaba de ir a vivir a un lujoso piso en una zona emergente de Málaga, ya planea ser mamá joven. Más guapa que nunca, ha conseguido mantener la figura que logró en Honduras tras adelgazar 16 kilos, y cada día es más popular en redes sociales, siendo toda una influencer que ya cuenta con 619.000 seguidores. Alejada de los medios de comunicación, ha retomado sus estudios y no descarta ser madre pronto.
Tan unida como siempre a su padre, Antonio David Flores, y a la mujer de éste, Olga Moreno - a la que quiere como una madre - no ha dudado en romper recientemente su habitual silencio mediático para defender su relación y criticar a los que cuestionan la fidelidad del colaborador. Y es que, como la propia Rocío confiesa, la familia es lo más importante para ella y es habitual verla presumiendo de sus dos hermanos, David y Lola, a los que está muy unida.
Probablemente hoy no cuente con la felicitación de Rocío Carrasco que, a pesar de los guantes que le ha lanzado su hija en los últimos meses para tener esa conversación tan necesaria como difícil, prefiere no retomar la relación con ella y con su hermano David confesando que "así es la vida". Rocío celebrará sus 24 años más alejada que nunca de su madre. Pero lo hará con una sonrisa y rodeada de los suyos porque, pese a esta dolorosa ausencia, está viviendo uno de los mejores momentos de su vida.