WASHINGTON, 11 oct (Reuters) - El Gobierno del presidente Donald Trump llamó el domingo al Congreso de Estados Unidos a aprobar una ley de ayuda por el coronavirus utilizando los fondos remanentes de un programa de créditos a empresas que ya expiró, luego de que las discusiones sobre un plan integral de estímulos hallaron más resistencia.
Se trató de la más reciente propuesta en el tira y afloja entre la Casa Blanca y el Congreso para autorizar nuevos fondos federales que sostengan a la economía, en medio de una recuperación tambaleante de la crisis por la pandemia que dejó a millones de personas sin empleo.
En una carta a los legisladores, el secretario del Tesoro Steve Mnuchin y el jefe de Gabinete Mark Meadows dijeron que continuarán negociando con el líder del Senado, el demócrata Chuck Schumer, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para tratar de alcanzar un acuerdo sobre un proyecto de ley que otorgue amplios recursos.
Sin embargo, dijeron que el Congreso debería "votar de inmediato" una legislación que permita usar los fondos restantes del Programa de Protección de Salarios, que totalizan cerca de 130.000 millones de dólares.
"El enfoque de todo o nada es una respuesta inaceptable al pueblo estadounidense", escribieron.
Un portavoz de Pelosi, que lidera las conversaciones en el frente demócrata, no estuvo disponible de inmediato para entregar declaraciones.
El portavoz de la Casa Blanca Brian Morgenstern dijo a periodistas que los fondos serían empleados para reabrir el Programa de Protección de Salarios que expiró previamente este año, "a fin de permitir a las empresas que continúen usando ese dinero para mantener los puestos de sus empleados".
El viernes, el Gobierno de Trump ofreció un paquete de ayuda por el coronavirus de 1,8 billones de dólares durante conversaciones con Pelosi, luego de instar a su equipo en Twitter a "ir en grande", acercándose a la propuesta de los demócratas que conlleva fondos fiscales por 2,2 billones de dólares.
La movida del Gobierno ocurrió poco después de que Trump suspendiera las negociaciones esta semana debido al estancamiento, postergándolas hasta después de las elecciones del 3 de noviembre.
El giro en reversa de Trump y la oferta más alta en los dineros fiscales generó críticas de varios republicanos en el Senado, ya que muchos están disconformes con el fuerte incremento de la deuda y les preocupa involucrarse en un acuerdo que podría restarle apoyo en las próximas elecciones.
(Reporte de Valerie Volcovici. Editado en español por Marion Giraldo y Gabriela Donoso)