Swiatek se corona campeona en París tras derrotar a Kenin

Guardar

PARÍS (AP) — Minutos después de su súbita coronación como campeona de Grand Slam con apenas 19 años, Iga Swiatek sujetó un micrófono en la entrega del trofeo y titubeó por primera vez en las últimas dos semanas.

“Antes que nada, no soy muy buena para dar discursos", dijo Swiatek. “Me disculpan. Gané mi último torneo hace dos años, la verdad es que no sé a quién debo darle las grandes”.

Cuando sujeta una raqueta en su mano, la historia es distinta.

Con el aplomo de una veterana y los disparos de una campeona, la adolescente polaca escogió el sitio ideal para su primer título como profesional: el Abierto de Francia.

La número 54 del ránking femenino arrasó los últimos seis juegos para vencer el sábado 6-4, 6-1 a Sofia Kenin en la final de Roland Garros.

Swiatek le dio así a Polonia su primer título de individuales en un cita de Grand Slam.

“Sé que es una locura en mi país”, dijo Swiatek. La portada de un periódico rotuló: “Poland Garros” previo a la final.

Cuando su derecha ganadora a un esquina puso fin al partido, Swiatek se tapó la boca con la mano derecha y se inclinó meneando la cabeza.

“Es una locura. Hace dos años gané un Grand Slam para juveniles y ahora estoy aquí. Fue como ayer", dijo Swiatek, con la voz entrecortada. “Me siento abrumada”.

¿Difícil de creer? Quizás. Fue apenas el séptimo grande que disputa y nunca había superado la cuarta ronda.

Pero su nivel de las últimas dos semanas indica que este desenlace no debe asombrar.

Swiatek, de 19 años, es la primera mujer que se proclama campeona en París sin ceder un solo set desde Justine Henin en 2007. Apenas perdió 28 juegos en siete partidos.

También es la primera adolescente que conquista el cetro femenino de Roland Garros desde Iva Majoli en 1997.

Y Swiatek subió el trono con victorias ante oponentes de cartel como Simona Halep, la campeona de 2018, y Marketa Vondrousova, la finalista del año pasado, ambas con marcadores 6-1, 6-2.

Fue lógico que Swiatek pudiera someter a Kenin, la estadounidense de 21 años que buscaba conquistar su segundo grande de 2020 tras ganar el Abierto de Australia en febrero.

“Un gran torneo. Un gran partido", dijo Kenin, dirigiéndos a Swiatek durante la ceremonia.

Kenin tenía marca de 16-1 en partidos de Grand Slam hasta el sábado. Pero debió recibir tratamiento por una molestia en la pierna izquierda durante el segundo set y exhibió su frustración pateando su raqueta rojiblanca tras perder puntos.

Y se topó contra una rival muy sólida, alguien que acaba de completar sus estudios de secundaria, que escucha “Welcome to the Jungle” de Guns N’ Roses para entonarse al entrar a la pista y que viaja con un psicólogo y medita durante los cambios de lado, respirando lentamente con los ojos cerrados.

“Nada más que estar bien mentalmente”, dijo Swiatek. “Hoy era un día verdaderamente estresante para mí, así que fue un poco más difícil”.

Este fin de semana fue la culminación de dos inusuales semanas.

El torneo fue pospuesto de mayo-junio a septiembre-octubre por la pandemia de coronavirus; y el reciente repunte de casos de COVID-19 en Francia forzó al gobierno a restringir la cantidad de espectadores en el complejo, a 1.000 cada día.

Varias de las mejores raquetas del tenis femenino se ausentaron, como la campeona de 2019 Ash Barty y Naomi Osaka, quien el mes pasado se coronó el Abierto de Estados Unidos. Serena Williams, campeona de 23 grades, se retiró previo a la segunda ronda por una lesión.

Luego que Kenin regresó a la pista al inicio del segundo set con una gruesa venda en el muslo izquierdo, Swiatek necesitó de apenas 12 minutos para certificar la victoria, imponiéndose 25-10 en golpes ganadores.

Lo que faltaba era hacer entonar el himno polaco por primera vez tras la final de individuales de un grande y estamparle un beso al brillante trofeo.

Luego de dirigirse brevemente al público, Swiatek preguntó: “¿Puedo decir algo más?”

Le dijeron que sí.

“No se me ocurre nada”, dijo Swiatek. “Me disculpan”.

Iga, mejor practicar. El mundo del tenis te esperar ver en más ceremonias de ese tipo en el futuro.

Guardar