Los instrumentos de OSIRIS avanzan algunos secretos del asteroide Bennu

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Imagen del asteroide captada por
Imagen del asteroide captada por la nave OSIRIS-Rex. EFE/Foto cedida por lla NASA

Madrid, 8 oct (EFE).- Aunque fue poco tiempo, los meses en los que la nave espacial OSIRIS-Rex se situó en la órbita del asteroide Bennu fueron suficientes para que los instrumentos de abordo -algunos de fabricación española- pudieran analizar algunos aspectos sobre la trayectoria, composición y superficie de esta roca espacial.
Toda esa información se publica hoy en seis estudios repartidos entre las revistas Science y Science Advances.
Estos datos ayudarán a conocer algo más sobre este asteroide rocoso de tan solo 500 metros de diámetro y 4.500 millones de años de antigüedad y cuya composición podría arrojar información importante sobre el origen del Sistema Solar y de la vida en nuestro planeta.
Los datos fueron tomados en diciembre de 2018 por la sonda espacial de la NASA 'OSIRIS-Rex' que durante algunos meses siguió al asteroide, analizó sus movimientos y estudió su superficie y estructura, además de buscar el mejor lugar para la recogida de muestras, prevista para este mes de octubre.
Para ello, la sonda iba equipada con el conjunto de cámaras Camera Suite (OCAMS), que tomaron una serie de imágenes a escala de hasta 33 cm/píxel, y los espectrómetros OVIRS y OTES, que separan la luz en los colores que la componen, obteniendo así pistas sobre la composición del asteroide.
Los resultados de estos estudios proporcionarán información sobre el origen y formación de Bennu, hasta que las muestras de la misión lleguen a la Tierra, en el año 2023.
En el primero de tres estudios, liderado por la investigadora de la Universidad de Arizona, Daniella DellaGiustina, presentan imágenes multiespectrales que mapean el color óptico y la reflectancia de la superficie de Bennu.
Comparando las diferencias de color y albedo (radiación reflejada) entre las rocas y los cráteres, la investigación refiere cómo la superficie de Bennu ha sufrido una compleja evolución debido, probablemente, a los impactos recibidos por meteoritos espaciales.
Un segundo estudio publicado en Science y liderado por la investigadora de la NASA Amy Simon, utiliza la espectroscopia infrarroja para mostrar que los materiales portadores de carbono, como las moléculas orgánicas y/o los minerales carbonatados, están repartidos por la mayor parte de la superficie de Bennu y particularmente concentrados en algunas rocas.
Y un tercer estudio, liderado por la investigadora de la NASA Hannah Kaplan, presenta imágenes y espectros de alta resolución del cráter 'Ruiseñor'.
El estudio identifica vetas brillantes en algunas de las rocas de la zona, con distintas absorciones infrarrojas, lo que sugiere que son minerales carbonatados y que se pudieron formar por reacciones con el agua que fluía en el asteroide padre de Bennu, en los comienzos del Sistema Solar, según el estudio.
Además, en la revista Science Advances, se publican otras tres investigaciones sobre Bennu, en los que utilizaron el Altímetro Láser (OLA) de OSIRIS-REx .
En uno de ellos, los investigadores utilizaron los datos del OLA para producir un modelo 3D de 20 cm de resolución de Bennu y medir la estructura rocosa del asteroide y descubrieron que el hemisferio sur de Bennu es más redondo y suave, mientras que el hemisferio norte tiene pendientes más altas y es más irregular.
El segundo estudio exploró las características físicas de los escombros expulsados por el asteroide y determinó que, probablemente, Bennu está compuesto por dos tipos de rocas con composiciones minerales similares, pero distintos colores y albedos, y que también pueden tener propiedades distintas.
En el último estudio, los científicos rastrearon el movimiento de la nave espacial OSIRIS-REx en el débil campo gravitatorio de Bennu y las órbitas del material expulsado por la superficie de Bennu, partículas del tamaño de guijarros.
La modelización de esos movimientos permitió a los autores determinar la distribución del campo gravitatorio del asteroide.
Los hallazgos sugieren que la densidad de los escombros está distribuida de forma desigual, con regiones de menor densidad en el ecuador y el centro, y los investigadores concluyen que la característica forma de "cima giratoria" del asteroide se debe a su rápida velocidad de giro en el pasado.

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