MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La junta de gobierno del Banco de México (Banxico) ha alertado de que la recuperación económica "será difícil y prolongada", así como "sujeta a incertidumbre", con una estimación de duración de entre dos y seis años, o incluso hasta una década en términos de PIB per cápita.
Así lo recogen las minutas de la última reunión de política monetaria del instituto emisor, en la que se decidió recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 4,25%.
Un miembro de la junta anticipó una contracción del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020 y enfatizó que la magnitud de la recuperación en los próximos meses es fundamental para determinar cuánto tiempo llevará regresar al nivel de actividad observado en el tercer trimestre de 2018 para dejar atrás la fase de recuperación e iniciar una de expansión.
Otro miembro del equipo destacó que ante la dificultad para proyectar un escenario central de crecimiento económico, Banxico ha mantenido tres escenarios con diferentes trayectorias de recuperación en función de la evolución de la pandemia, el desempeño de las economías avanzadas y de la demanda interna.
También se resaltó que, de acuerdo con las encuestas más recientes, los analistas del sector privado ya ubican el crecimiento a largo plazo de la economía mexicana por debajo del 2%.
La junta directiva destacó que la actividad económica en México, después de una profunda contracción en abril y mayo, comenzó a recuperarse en junio y julio, aunque con cierta heterogeneiad en el ritmo de recuperación de los distintos sectores de la actividad económica.
En concreto, el sector industrial ha registrado el mejor rendimiento, impulsado por las manufacturas, particularmente las automotrices, en contraste con el sector servicios.
Todos los miembros destacaron las "fuertes afectaciones" en el mercado laboral, aunque un miembro enfatizó que se ha comenzado a normalizar de manera paulatina, pese a unos niveles altos de desempleo.
"PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN DE PEMEX"
Por otra parte, la mayoría de los asistentes mostró su preocupación por la situación de la petrolera estatal, Pemex, destacando la posibilidad de que se requieran apoyos fiscales adicionales.
Un miembro de la junta de gobierno consideró que lo anterior, al igual que una materialización de recortes en la calificación crediticia de la petrolera y las presiones de gasto por la extensión de la pandemia, podría afectar negativamente a las finanzas públicas. Otro miembro resaltó que estas se enfrentan a retos derivados de la ausencia de una solución a largo plazo a los problemas de Pemex.
De su lado, la mayoría de miembros de la junta reconoció que hay "un entorno poco propicio para la inversión privada", alegando inseguridad y la falta de un apoyo fiscal suficiente, lo que aumentará el riesgo de daños a largo plazo en el aparato productivo, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas.