El presidente estadounidense, Donald Trump, se negó el martes a condenar inequívocamente a los supremacistas blancos durante el primer debate televisado contra su rival en las elecciones de noviembre, Joe Biden, y en cambio hizo un guiño a una milicia de extrema derecha.
Interrogado por el moderador Chris Wallace, que lo invitaba a condenar sin cortapisas a los supremacistas blancos, el magnate inmobiliario respondió en forma sibilina: evocó a los Proud Boys un grupo nacionalista que pregona la superioridad de la raza blanca, a quienes llamó a "retroceder y esperar".
"Pero les diré algo, les diré algo, alguien tiene que hacer algo con los Antifa", continuó, en referencia al movimiento de extrema izquierda, asegurando que en Estados Unidos la violencia emana más de la extrema izquierda que de la extrema derecha.
Proud Boys (Muchachos Orgullosos literalmente), un grupo neofascista, exclusivamente masculino, fundado en Nueva York en 2016, adoptó la frase de Trump, publicándola junto a su logo amarillo y negro en la red social Telegram.
"Aquí está. Este es el Estados Unidos de Donald Trump", denunció el candidato demócrata Joe Biden, compartiendo un tuit de un periodista del New York Times sobre el tema.
Rita Katz, directora de SITE, una asociación que vigila a grupos extremistas, dijo que en "un momento de niveles pico de violencia de la extrema derecha y un racismo creciente" Trump "le dio un nuevo guiño a los supremacistas blancos".
"Donald Trump le debe a los estadounidenses una explicación o excusas. Ahora", comentó Jonathan Greenblatt, presidente de la Liga Antidifamación (ADL), una organización de lucha contra el antisemitismo.
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