Jerusalén, 23 sep (EFE).- Israel alcanzó un nuevo máximo de casos positivos de coronavirus con los 6.861 que se registraron ayer, mientras el Gobierno debate endurecer el confinamiento, en vigor desde el pasado viernes pero lleno de excepciones.
La alta cifra de contagios (el país se había planteado un nuevo confinamiento de llegar a los 2.000 diarios y ayer casi cuatriplicó esa cifra), va en paralelo también con un aumento de los test realizados, con 60.000 ayer, y tiene lugar mientras el país vive algunas de las festividades judías más importantes del año, como Año Nuevo (Rosh Hashaná), el Día del Perdón (Yom Kipur) y los Tabernáculos (Sucot).
El coordinador nacional para la pandemia, Roni Gamzu, se quejó de que la población, cansada y hastiada de lo que consideran una pésima gestión, no está colaborando ni cumpliendo las normas de distanciamiento y precauciones.
Los casos que se detectaron ayer no están relacionados con el confinamiento, sino con el periodo anterior, señaló Gamzu a la emisora Radio Jerusalén, y añadió: "No vemos una cooperación completa con la población, ni la ultraortodoxa ni la secular. Hemos visto también violaciones de las normas y se requiere endurecerlas".
Además de las infecciones, aumentaron también las muertes, con 24 registradas en un solo día, que elevaron el total de fallecidos a 1.309, en un país de unos nueve millones de habitantes, de los que cerca de 200.000 han sido infectados por el virus.
De marzo a agosto, el país registró 100.000 contagios, una cifra que se ha doblado en un mes. En estos momentos, un 11,6% de la población que es testada da positivo.
Respecto a los enfermos, hay 631 en estado grave, de ellos 163 conectados a respiradores, pero la situación en los hospitales se va agravando paulatinamente y algunos han anunciado ya que no tienen capacidad para acoger pacientes de COVID-19. Hay en el país más de cuatro mil sanitarios en cuarentena.
Tras reunirse ayer sin lograr acuerdo durante horas, el Gabinete de Coronavirus volverá a sentarse hoy para decidir cómo endurecer el confinamiento, lo que se prevé ocurra solo tras la jornada sagrada de Yom Kipur, el próximo día 28.
Entre las medidas que se valoran, según medios locales, están reducir al mínimo la actividad económica, prohibir el rezo en el interior de sinagogas y templos, reducir el transporte público, limitar las manifestaciones -una cuestión peliaguda porque semanalmente se realizan contra el primer ministro-, un posible cierre del aeropuerto internacional de Ben Gurión e incluso imponer un toque de queda. EFE
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