Beit Hanún, el encierro dentro del encierro en la Franja de Gaza

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EFE/EPA/MOHAMMED SABER
EFE/EPA/MOHAMMED SABER

Beit Hanún (Gaza), 23 sep (EFE).- La pequeña ciudad de Beit Hanún, en el norte de Gaza y bajo bloqueo israelí desde hace 13 años, tiene el mayor índice de casos de coronavirus del enclave. Su población, confinada y aislada del resto de la Franja, dice no aguantar más y algunos hasta confiesan temer más a la inanición que a la pandemia.
Los casi 50.000 habitantes de Beit Hanún, a escasos kilómetros de la frontera con Israel, se han acostumbrado con los años a las incursiones militares, los aviones sobrevolando y los bombardeos.
Tras más de diez años de incontables escaladas y conflictos, han encontrado la forma de sobreponerse a la adversidad, en una Franja de Gaza donde la vida de por sí no es fácil, con un bloqueo impuesto por Israel en 2007, férreas restricciones a los desplazamientos al exterior y escaso acceso al agua potable y electricidad.
La pandemia de coronavirus, sin embargo, representa para ellos a un enemigo distinto, desconocido e impredecible.
Tras detectarse los primeros contagios locales en el enclave el pasado 24 de agosto, el movimiento islamista Hamás, que controla de facto la Franja, aplicó un confinamiento total para evitar un brote masivo de la enfermedad, que podría ser especialmente grave por la alta densidad poblacional y la precaria infraestructura sanitaria, que se suman a la escasez de fármacos e insumos médicos.
Poco a poco, las denominadas "zonas verdes", con menores índices de contagios, pudieron ir abriendo sus comercios, bancos y hasta permitir circular por la calle con libertad.
Beit Hanún, sin embargo, es una "zona roja" y ha estado confinada desde el principio.
"No tenemos miedo a la propagación del coronavirus en la ciudad, tenemos miedo de morir de hambre en caso de que el cierre se prolongue por más tiempo", explica a Efe Mahmud Nasser, de 26 años y residente de la urbe.
Según él, la mayoría de sus habitantes quedaron desempleados, y "la falta de trabajo les hace imposible ganar dinero para alimentar a sus hijos".
Las calles prácticamente vacías, por las que solo transitan policías y ambulancias, dejan una sensación de vacío en la ciudad, que ve cómo las barreras instaladas en los accesos refuerzan un aislamiento que incluso antes de la pandemia ya era difícil de sobrellevar.
"Las fuerzas policiales de Hamás y los equipos médicos del Ministerio de Sanidad cerraron por completo todas las entradas para que nadie pueda entrar o salir", describe a Efe Hamza al Masri, otro residente, de 65 años, y resume: "Ahora estamos totalmente aislados del mundo entero".
La pandemia, agrega, "aumentó las dificultades de nuestra vida diaria", que señala no solo se ve afectada por los ataques israelíes durante los repuntes de tensión, sino también por las divisiones internas y los altos índices de desempleo (superior al 50%) y pobreza.
Hasta el momento, Gaza, con casi dos millones de habitantes, ha registrado 2.518 casos y 17 muertes por la pandemia, y Beit Hanún, una ciudad pequeña comparada con otras como Gaza Capital o Jan Yunis, se ubica como la segunda localidad con más casos -357-, superada solo por su vecina Yabalía, con 375 y casi el doble de población.
Ashraf al Qedra, portavoz del Ministerio de Sanidad del enclave, expresó a Efe su preocupación por los contagios en el norte de Gaza, especialmente en Beit Hanún, y reconoció que la situación de la pandemia en la Franja es aún "inestable".
"El ministerio tiene un plan claro para afrontar la propagación de la pandemia en Gaza", agregó y enfatizó que "mientras haya compromiso por parte de los ciudadanos", los resultados deberían ser positivos.
Saud Abu Ramadan

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