Por Lawrence Hurley y Andrew Chung
WASHINGTON, 18 sep (Reuters) - La jueza Ruth Bader Ginsburg, una progresista incondicional de la Corte Suprema de Estados Unidos desde 1993, murió el viernes a la edad de 87 años, dijo la corte, dándole al presidente Donald Trump la oportunidad de expandir la mayoría conservadora del tribunal, en un momento de profunda división en Estados Unidos y a las puertas de una elección presidencial.
Ginsburg, una defensora de los derechos de la mujer que se convirtió en un icono para los progresistas estadounidenses, murió en su casa de Washington por complicaciones de un cáncer pancreático metastásico, dijo la corte en un comunicado.
La muerte de Ginsburg podría alterar dramáticamente el balance ideológico de la corte, que ya tenía una mayoría conservadora de 5-4, moviéndola más a la derecha.
"Nuestra nación ha perdido a un jurista de talla histórica", dijo el presidente de la Corte Suprema John Roberts en una declaración.
"Nosotros en la Corte Suprema hemos perdido a una colega muy apreciada. Hoy estamos de luto, pero con la confianza de que las generaciones futuras recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos: una incansable y resuelta campeona de la justicia".
Trump, que busca la reelección el 3 de noviembre, ya ha nombrado a dos conservadores para puestos vitalicios en la corte, Neil Gorsuch en 2017 y Brett Kavanaugh en 2018. Los nombramientos para la Corte Suprema requieren la confirmación del Senado, y los compañeros republicanos de Trump lo controlan, con 53 de los 100 escaños.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo que tiene la intención de proceder con cualquier nombramiento que proponga Trump.
"El nominado del presidente Trump se votará en el Senado de Estados Unidos", dijo McConnell.
La postura de McConnell es un cambio dramático de la posición que tomó en una situación similar hace cuatro años, cuando se negó a obrar en relación a un candidato del presidente demócrata Barack Obama en un año electoral.
Algunos demócratas acusaron entonces a McConnell y a sus compañeros republicanos de "robar" un asiento en la Corte Suprema.
La explicación de McConnell en una declaración del viernes fue que en 2016 el Senado y la Casa Blanca estaban controlados por diferentes partidos mientras que ahora ambos están controlados por los republicanos. Los demócratas han criticado lo que consideran hipocresía de McConnell.
Trump se enfrenta a su rival demócrata Joe Biden en las elecciones. Informado por los reporteros después de un mitin en Minnesota sobre la muerte de Ginsburg, Trump dijo: "Ella llevó una vida increíble. ¿Qué más se puede decir? Fue una mujer increíble".
Trump, quien como candidato presidencial en 2016 llamó a Ginsburg a renunciar y dijo que "su mente está destrozada", después de criticarla en entrevistas con los medios, no mencionó ningún plan sobre un reemplazo.
Biden se opuso a que Trump envíe un candidato al Senado antes de las elecciones, diciendo que el ganador de las elecciones debería poder elegir al sustituto de Ginsburg.
"No hay duda -permítanme ser claro- que los votantes deben elegir al presidente y el presidente debe elegir al juez para que el Senado lo considere", dijo Biden a los periodistas en Delaware.
El líder demócrata del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, escribió en Twitter: "El pueblo estadounidense debería tener voz en la selección de su próximo Juez de la Corte Suprema. Por lo tanto, esta vacante no debe ser llenada hasta que tengamos un nuevo presidente".
Poco después de que se anunció su muerte, una gran multitud se reunió frente al edificio neoclásico de mármol blanco de la Corte Suprema para rendir homenaje a Ginsburg, con algunas velas encendidas, dejando flores y agitando banderas con el arco iris por los derechos de las minorías sexuales. (Reporte de Lawrence Hurley en Washington y Andrew Chung en Nueva York Editado en español por Javier López de Lérida)