FARC reconocen reclutamiento forzado de menores en Colombia

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BOGOTÁ (AP) — El excombatiente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y actual senador, Julián Gallo, reconoció el viernes que la guerrilla reclutó menores de edad a la fuerza durante los 50 años de conflicto armado en Colombia, pero negó que se tratara de una práctica sistemática.

Gallo realizó esta declaración ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el mecanismo de justicia transicional en el que deben comparecer los firmantes del acuerdo de paz que se firmó en 2016.

“Esa situación de los niños no nos hace sentirnos contentos ni orgullosos”, dijo Gallo, cuyo nombre de guerra fue “Antonio Lozada”. Su declaración se convirtió en la primera de este tipo en ser transmitida por internet en Colombia.

En el país hay un reclamo generalizado a los miembros del partido político de las FARC, creado tras la firma del acuerdo, para que reconozcan que reclutaron forzosamente menores de edad. Hasta hace unas semanas, varios miembros de la extinta guerrilla negaron esta práctica asegurando que muchos de ellos entraron a su filas voluntariamente. Esa actitud desató una ola de críticas que vinieron desde todos los sectores del país. Incluso levantaron la voz los antiguos negociadores de paz y el expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018).

Ante la presión ejercida por el riesgo que corre la implementación del acuerdo de paz, Rodrigo Londoño alias “Timochenko” —antiguo líder de la guerrilla y actual presidente del partido político que lleva las mismas siglas, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común— reconoció el reclutamiento de menores y después pidió a la JEP que se levantara la reserva sobre el caso de reclutamiento forzado. Los exguerrilleros también pidieron perdón públicamente por el secuestro, por primera vez.

Al respecto, el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla, explicó a AP que la justicia transicional busca “esa trilogía fundamental que es la verdad, la justicia y la reparación”, por lo que considera que es importante que se conozca públicamente el contenido de esas declaraciones “porque le permite a la sociedad calibrar si están diciendo la verdad o no”.

Según el relato que Gallo entregó este viernes a la JEP, el reclutamiento forzado de menores dentro de las FARC fue considerado una falta grave y no un delito. Aseguró que era más grave intentar desertar de la guerrilla, acto que podría ser castigado hasta con el fusilamiento.

Según el senador, ni ellos ni ningún menor de edad recién ingresado iba a combatir sin una previa instrucción militar. “Cuando ingresaban de 15 años, lo que fuera, no podían ir a tareas militares mientras no recibieran una preparación, la aproximación a la actividad militar era gradual”, aseguró.

De boca de un miembro de la extinta guerrilla, Colombia nunca había escuchado detalles de uno de los delitos más atroces en el conflicto interno. Por eso llamó la atención que asegurara que muchos menores de entre 15 y 17 años formaran parte de las filas del grupo.

“Era una guerrilla eminentemente de jóvenes al finalizar el conflicto (…) en las estructuras de mando era gente relativamente joven, 30 o 40 años, con una experiencia de formación de 15, 20 o más años”, dijo Gallo al reconocer que muchos de los medios y altos mandos ingresaron a la guerrilla cuando eran menores.

Tal como explicó a AP María Victoria Llorente, directora ejecutiva de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), con este proceso en Colombia se tocan fibras sensibles de una guerra cruenta y cuyo desenlace dependerá de la sociedad misma en medio del posconflicto. “Es mejor que el proceso sea público, pero el resultado no es necesariamente que esto conduzca a procesos de reconciliación, se generan divisiones, porque esto fue una guerra muy cruenta”, aseguró Lloreda.

Las víctimas del conflicto piden verdad, justicia y reparación, así lo recordó la abogada representante de las víctimas ante la jurisdicción especial de paz, debido a que hay menores que fueron reclutados y dados por desaparecidos.

Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, las FARC reclutaron 6.068 menores de edad entre los siete y los 17 años, convirtiéndose en el “mayor perpetrador del reclutamiento” en Colombia.

Julián Gallo, de 59 años, es uno de los 14 exmiembros de las FARC —de 37— que fueron citados a una primera ronda de versión voluntaria por el reclutamiento forzado.

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