Seis jóvenes afganos, entre ellos dos menores, sospechosos de estar relacionados con el incendio que devastó el campo de migrantes de Moria, en la isla griega de Lesbos, comparecerán ante un fiscal y serán inculpados este miércoles, según responsables locales.
Ninguno de los seis sospechosos tiene más de 20 años, según estas fuentes. Cuatro de ellos fueron detenidos en una redada de la policía el pasado lunes en una carretera de Lesbos, donde el fuego redujo a cenizas el campo de Moria, el mayor de Europa, en el que vivían unos 12.000 refugiados, hacinados y en condiciones insalubres.
Los otros dos, de 17 años, fueron trasladados a Grecia continental en una operación de evacuación de 400 menores no acompañados, según la agencia oficial ANA, pero fueron posteriormente detenidos.
Los responsables griegos afirmaron desde un principio que el incendio en Moria fue provocado. Una semana después del drama, miles de personas siguen durmiendo a la intemperie y penan para encontrar víveres y agua.
Las autoridades griegas habilitaron otro campo provisional, que tendrá capacidad para 9.000 personas pero en él solo hay por ahora 1.200 y ya se registraron 35 casos de coronavirus entre ellos. Los migrantes muestran una gran reticencia a entrar en este nuevo campo porque creen que su traslado a corto plazo a Europa continental será imposible.
Este miércoles, 13 migrantes fueron detenidos en Samos, otra isla griega, sospechosos de haber provocado un fuego que podría haberse extendido hacia otro campo de refugiados que da cobijo a 4.700 personas.
Solo tres de ellos siguen detenidos y están siendo interrogados, según la policía.
Además de Moria, en las islas griegas hay otros cuatro campos de refugiados, en Chios, Kos, Samos y Leros, todos ellos creados en el momento álgido de la crisis migratoria para recibir y registrar a los solicitantes de asilo procedentes de Turquía.
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