CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El gobierno de México acordó el lunes con representantes de las familias de los 63 mineros sepultados en el norte de México en 2006 que los trabajos de rescate de los cuerpos se iniciarán “de inmediato” y que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aprovechará esos trabajos para extraer carbón de ese lugar.
Según los acuerdos divulgados el lunes por la Secretaría de Gobernación después de un encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con representantes de las familias, el gobierno también se comprometió al pago de una indemnización a los afectados antes de que acabe el año.
La madrugada del 19 de febrero de 2006 hubo una explosión en la mina Pasta de Conchos, en el norteño estado de Coahuila, cuando 73 mineros estaban de turno. Ocho fueron rescatados golpeados y con serias quemaduras; el resto murieron. Sólo se recuperaron los cadáveres de dos de ellos.
El pago de la indemnización será para las familias de los 65 mineros muertos.
El accidente tuvo lugar en el último año de la presidencia de Vicente Fox y tanto su gobierno como las dos administraciones siguientes optaron por no rescatar el resto de cadáveres con el argumento que ese trabajo era demasiado peligroso, costoso y no tenía garantías de éxito, pero las familias han seguido con su exigencia durante todos estos años.
Desde el inicio de su gobierno, López Obrador se comprometió a rescatar los cadáveres y en mayo del año pasado lo ratificó pero en los últimos meses el gobierno intentó buscar alternativas al mismo en diálogo con las familias. Éstas, sin embargo, insistieron en su exigencia de reclamar la recuperación de los cuerpos de sus seres queridos.
En compensación, permitirán que la CFE extraiga “carbón para su autoabastecimiento” una vez concluido el rescate. También se construirá un memorial en recuerdo a las víctimas.