WASHINGTON (AP) — Estados Unidos bloqueó el lunes las importaciones de cuatro compañías y unas instalaciones de manufactura en el noroeste de China debido a que presuntamente aprovechan los trabajos forzados de gente detenida en una campaña masiva contra las minorías étnicas en la región.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) emitió órdenes para congelar importaciones de compañías que producen algodón, ropa y partes para computadoras en la región de Xinjiang del noroeste de China, donde las autoridades han detenido a más de un millón de personas en campamentos como parte de la represión.
La CBP también suspendió las importaciones de productos para el pelo fabricados en unas instalaciones donde las autoridades creen que los uigur y otras minorías étnicas son obligados a trabajar.
Ken Cuccinelli, subsecretario interino del Departmento de Seguridad Nacional, rechazó la idea de que esas instalaciones sean un centro “vocacional”, según dicen las autoridades chinas.
“Es un campo de concentración, un sitio donde las minorías religiosas y étnicas son sujetas a abusos y obligadas a trabajar en condiciones atroces sin posibilidad de recurrir a nadie ni libertad”, dijo Cuccinelli. “Esta es esclavitud contemporánea”.
El trato a la gente en Xinjiang se ha vuelto una fuente de fricción entre Estados Unidos y China en medio de otras tensiones por el comercio y la respuesta al brote de coronavirus.
A lo largo del último año el gobierno del presidente Donald Trump ha emitido ocho de las llamadas “órdenes de retener salida" para bienes provenientes de China con el fin de bloquear la llegada de artículos contaminados por el uso de mano de obra forzada, y está sopesando aplicar otras medidas en medio de disputas comerciales y otras fricciones entre los dos países.
Entre las medidas que se están analizando se encuentra una orden que prohíbe adquirir algodón y tomates de toda la región de Xinjiang, una medida que podría tener efectos económicos significativos. Cuccinelli dijo que el gobierno aún estudia la propuesta.
“Estamos reuniendo más evidencia allí, pero también haciendo simplemente un análisis legal más exhaustivo para asegurar que podemos resistir cualquier impugnación legal una vez que la implementemos", dijo en una conferencia telefónica con reporteros.
Estados Unidos emite las órdenes bajo la Ley de Aranceles de 1930, la cual prohíbe las importaciones producidas con mano de obra de presos o esclavos para asegurar una competencia justa con los fabricantes estadounidenses y mantener los productos contaminados fuera de la cadena de suministro. La aplicación de la misma se ha incrementado desde que fue fortalecida en 2016 durante el gobierno del presidente Barack Obama.
El comisionado interino de la CBP, Mark Morgan, dijo que las empresas estadounidenses necesitan tener “diligencia extrema” al adquirir bienes del extranjero, en especial de China y otros lugares con antecedentes de utilizar mano de obra forzada. Los consumidores estadounidenses pueden colaborar exigiendo información sobre cómo se fabrican los productos.
“Podemos utilizar nuestro poder económico para decirle a las empresas que no nos quedaremos cruzados de brazos y permitir que compañías extranjeras se aprovechen de trabajadores vulnerables a la vez que dañan a empresas estadounidenses que respetan los derechos humanos y el estado de derecho", afirmó Morgan en la llamada.
Se dijo que la instalación es el Centro de Entrenamiento y Educación en Habilidades Vocacionales No. 4 del condado Lop en Xinjiang, donde la CBP dice tener información que “indica razonablemente” el uso de mano de obra de reos para fabricar productos para el pelo.
El gobierno chino ha dicho que trata a todas las etnias con igualdad y protege los derechos legales de las minorías.