PARÍS (AP) — Los activistas de los chalecos amarillos lograron escasa repercusión al relanzar el sábado el movimiento contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron que se había disipado durante la pandemia del coronavirus.
La prensa francesa dijo que participaron apenas 1.000 personas en dos marchas en la capital, mucho menos de lo esperado, mientras que en su inicio el movimiento lograba reunir a decenas de miles.
La policía dijo que interrogó a más de 200 personas y detuvo unas 25 en choques en los que lanzó gases lacrimógenos. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, expresó en un tuit su “apoyo a las autoridades que frenan a los alborotadores violentos”.
Las autoridades parisinas vedaron las marchas en la zona de Champs-Elysées y cerraron estaciones del metro en la célebre avenida.
El movimiento de los chalecos amarillos comenzó a fines de 2018 en protesta contra un aumento de impuestos que se decía afectaba a los más pobres. Caracterizado por los chalecos fluorescentes que los conductores están obligados a llevar en sus autos, dio lugar a una serie de protestas semanales que dejaron como saldo varios muertos y cientos de heridos.