El cierre de la gigantesca planta de níquel en Nueva Caledonia de la minera brasileña Vale preocupa en el territorio ultramarino francés, en donde esta hipótesis tendría un impacto económico y social catastrófico.
"Estamos preocupados por los 3.000 empleos amenazados", dijo a la AFP la oficina del ministro francés de ultramar Sébastien Lecornu.
El martes, el grupo minero australiano New Century Resources (NCR) anunció, después de más de tres meses de discusiones exclusivas, que había decidido no comprar la planta hidrometalúrgica de níquel del gigante brasileño Vale, que se encuentra en el yacimiento de Goro, en el sur de Nueva Caledonia.
Ese mismo día, Vale advirtió que si no había una alternativa "sólida y sostenible" para finales de octubre, cerraría este enorme complejo industrial, que emplea a 1.280 trabajadores y unos 1.500 subcontratistas.
El níquel es el pulmón económico de Nueva Caledonia, el quinto productor mundial. El cierre de Vale tendría graves repercusiones.
"Esta decisión provocaría un colapso total de la economía y los regímenes sociales de Caledonia", advirtió Sonia Backès, presidenta de la provincia del sur.
"Estamos en una situación muy deteriorada debido a la crisis de covid. El cierre de Vale sería un desastre cuyo efecto dominó es difícil de comprender", añadió Thibault Martelin, vicepresidente de la organización patronal Medef.
Aunque no es competente en la cuestión, el gobierno francés "está observando la situación con atención y apoyará a las partes interesadas para encontrar soluciones duraderas" para la empresa, dijo el martes el ministerio francés de Ultramar.
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