París, 6 sep (EFE).- La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen, candidata a las presidenciales de 2022, inauguró este domingo su curso político con un discurso que puso el foco en la seguridad para ampliar su base electoral.
Su intervención cerró la universidad de verano de su partido, la Agrupación Nacional, y criticó con vehemencia la gestión del Gobierno de Emmanuel Macron, de quien dijo que ha permitido que se instale la "barbarie" en el país.
"Pagamos las consecuencias de la vacuidad de este poder, más ocupado en aparentar que en hacer", señaló Le Pen, para quien la crisis sanitaria ha actuado como un acelerador del "naufragio" que en su opinión vive Francia en materia de seguridad.
La líder ultraderechista consideró que el país necesita "una respuesta firme, determinada e implacable" y atribuyó parte de la culpa a "la inmigración anárquica e incontrolada impuesta a los franceses durante años e incluso décadas".
Le Pen distinguió a "los extranjeros que respetan la ley" del resto, y declaró que si llega al poder su mano no temblará a la hora de hacer aplicar la ley.
En un discurso que sentó sus bases para las elecciones regionales y departamentales de 2021 y para las presidenciales de 2022, la presidenta de la Agrupación Nacional afirmó que con su formación se acabará la impunidad y las "penas ficticias".
Le Pen apostó por la supresión de las ayudas sociales a los padres de los delincuentes menores de edad o por su expulsión de las viviendas sociales, reiteró su reclamo de que los delincuentes extranjeros sean sistemáticamente expulsados del país y aseguró que para los crímenes "más atroces" habrá una cadena perpetua "real".
Desde Fréjus, localidad de la Costa Azul, hizo un llamamiento para que los franceses "despierten": "La patria os necesita", dijo a la ciudadanía, a la que instó a respaldarla su formación más allá "de las divergencias naturales en democracia".