El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acusó el lunes al presidente Donald Trump de fomentar la violencia, luego de que disturbios que dejaron varios muertos pusieran la seguridad en el centro del debate político a dos meses de las elecciones estadounidenses.
El exvicepresidente de Barack Obama se pronunció antes del viaje de Trump el martes a Kenosha, una pequeña ciudad de Wisconsin convulsionada desde el 23 de agosto cuando un joven negro, Jacob Blake, resultó gravemente herido por disparos de un policía blanco.
Tras meses de encierro por la pandemia, Biden reapareció en Pensilvania, un tradicional bastión demócrata que hace cuatro años optó por Trump, para responder a los embates del mandatario, que se presenta como el único garante de la "ley y el orden".
Biden, que lidera en las encuestas para las elecciones del 3 de noviembre, contraatacó, describiendo a su rival republicano como "una presencia tóxica".
La oleada histórica de manifestaciones contra el racismo, que sacude al país desde que un policía blanco asfixió en mayo al afroestadounidense George Floyd, ha degenerado en los últimos días en saqueos, tiroteos mortales y acciones de justicieros de derecha en Kenosha y en Portland, Oregón.
"Arden los incendios y tenemos un presidente que aviva las llamas en lugar de luchar contra ellas", dijo Biden en un discurso de 22 minutos centrado en la pregunta: "¿Realmente se sienten más seguros con Donald Trump?".
"Este presidente (...) no puede detener la violencia, porque durante años la ha fomentado", aseguró.
Trump "puede que crea que pronunciar las palabras 'ley y orden' lo hace fuerte, pero el hecho de que no haya pedido a sus propios seguidores que dejen de actuar como milicia armada en este país muestra lo débil que es", dijo.
Biden, acusado por los republicanos de denunciar insuficientemente la violencia de los manifestantes izquierdistas que se oponen al racismo, fue enfático.
"Saquear no es manifestarse. Prender fuego no es manifestarse. Nada de esto tiene que ver con manifestarse. Es anarquía, punto y final, y quienes lo hacen deben ser procesados", señaló.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump dijo sin embargo que Biden "parecía culpar principalmente a la policía y las fuerzas del orden", no a los radicales de izquierda.
- "Evaluar los daños" en Kenosha-
El martes, Trump promoverá su perspectiva al visitar Kenosha.
Un microcosmos de las tensiones raciales e ideológicas de la era Trump, Kenosha ha visto estallar las protestas del movimiento "Black Lives Matter" (BLM, las vidas negras importan), los disturbios y la llegada de justicieros blancos armados, que terminó en un incidente en el que Kyle Rittenhouse, un adolescente de 17 años partidario de Trump, fue acusado de matar a dos personas la semana pasada.
Los demócratas y los que piden una reforma policial ven a Kenosha como un símbolo del racismo institucional que lleve a enfrentamientos mortales entre policías y sospechosos negros. Consideran que lo ocurrido con Rittenhouse es emblemático del aumento de las milicias de derecha cada vez más descaradas sobre blandir armas en entornos políticos y querer actuar como agentes de la ley.
Trump está sin embargo decidido a denunciar lo que describe como "anarquía" en las ciudades lideradas por los demócratas.
El presidente prevé "reunirse con la policía local y algunos dueños de negocios y evaluar los daños", dijo su portavoz, Kayleigh McEnany.
Trump dijo que desea "ver a la gente que hizo un buen trabajo por mí", en alusión a las unidades policiales que sofocaron los disturbios.
- "El pastor" de los Blake -
Trump también se negó a condenar los presuntos asesinatos cometidos por Rittenhouse, quien circulaba por la calle con un rifle. Consideró esto "una situación interesante" y dijo que el adolescente reaccionó porque fue atacado.
La Casa Blanca dijo que no había planes de que Trump se reuniera en Kenosha con la familia de Blake, quien quedó paralizado de la cintura para abajo, según dijo su familia.
Trump también descartó esa posibilidad, alegando que los parientes del hombre querían que su abogado participara en la llamada.
"Eso es inapropiado", dijo Trump, sin dar más explicaciones.
En cambio, el presidente dijo que tuvo una "gran conversación" con "el pastor" de la familia Blake, a quien describió como "un hombre maravilloso".
Pero Jacob Blake padre se dijo desconcertado por este comentario. "No tenemos un pastor familiar", declaró a CNN. "No sé con quién habló, no me importa", dijo.
Agregó que su familia ha recibido amenazas y que han tenido que cambiar de hotel.
"No queremos que se conozca su alojamiento porque vemos que están ocurriendo cosas torcidas en Kenosha, y lo peor podría ser que esta familia, con lo que ya está atravesando, sufra más violencia física", dijo el abogado de la familia, Ben Crump.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, le pidió a Trump que no fuera a Kenosha, por temor a mayores tensiones. Pero el presidente respondió que su viaje "podría aumentar el amor y el respeto" por el país.
Biden, de 77 años, supera a Trump, de 74, en el promedio de sondeos nacionales y también lleva la delantera en varios estados clave, aunque con una ventaja menor.
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