NUEVA YORK (AP) — Cuando el emblemático T. Rex en el Museo Estadounidense de Historia Natural reciba nuevamente visitantes, verá a humanos que actúan un poco diferente.
Ellos todavía observarán maravillados su enorme esqueleto, pero habrá menos, estarán más alejados entre sí y llevarán cubrebocas. Otras precauciones incluirán desinfectante de manos y letreros del sentido en el que tienen que caminar por las salas.
El museo está, al igual que muchas instituciones culturales que reabren sus puertas cautelosamente en Nueva York, sopesando la seguridad de los visitantes y el personal con la necesidad de educar, inspirar y apoyar la recuperación de la ciudad.
“Tenemos que reimaginar y reconstruir la visita al museo”, dijo su presidenta, Ellen Futter. “Queremos cumplir con nuestra misión cívica y creo que nuestra misión nunca ha sido más importante”.
Nueva York fue por mucho la ciudad más afectada por la pandemia en Estados Unidos. También es casa de instituciones culturales de clase mundial que por décadas han atraído a millones de personas y los líderes de la ciudad esperan que eventualmente vuelva a ser así.
El Museo de Arte Moderno abre el jueves y el Museo Metropolitano de Arte reabre en su sede en Upper East Side el sábado. El Museo Estadounidense de Historia Natural reabrirá al público el 9 de septiembre.
Los museos de la ciudad implementarán varias precauciones, incluyendo horarios más cortos, boletos por reserva, cubrebocas obligatorios y un aforo reducido a un cuarto de la capacidad. Además, cerrarán sus salas de proyección, vestidores y cafeterías.
Algunas de las nuevas reglas podrían hacer que las futuras visitas a los museos sean menos espontáneas y escapistas, pero hay algunos beneficios.
“Es verdad que estará menos lleno. También será más íntimo y le podrá dar a la gente una visión diferente de las cosas. No creo que reducirá para nada la sensación de la visita”, dijo Futter.
Otras instituciones necesitan un poco más de tiempo. El Guggenheim reabrirá el 3 de octubre, mientras que el Museo Memorial 9/11 reabrirá en el aniversario de los ataques terroristas de 2001.
La gran duda es cuánta gente irá.
“Hay muchas cosas que se desconocen. No sabemos si la gente se sentirá cómoda de regresar. No sabemos si se sentirán a gusto estando con varios cientos de personas en un espacio cerrado, incluso si es un espacio grande”, dijo Glenn Lowry, director del MoMA.
“Creemos fervientemente que la gente querrá regresar a los museos y ver cosas familiares y otras poco familiares, ver cosas que les animen la mente y les hagan sentir vivos”.
Recibir nuevamente al público es una oportunidad para terminar con meses de pérdidas en boletería. Cada museo tiene diferentes modelos financieros, pero para aquellos que dependen en gran medida de los visitantes, la pandemia ha sido devastadora. Tan solo el Museo Estadounidense de Historia Natural ha perdido 120 millones de dólares.
Aunque el MoMA espera “pérdidas significativas” hasta por tres años, decidió no cobrar a los visitantes el primer mes. “Nos parecía el gesto correcto”, dijo Lowry. “Creo que cuando has perdido mucho dinero, perder un poco más no es realmente tan grave”.
Además de sus dificultades financieras, la mayoría de los museos se han visto obligados a pagar por mejoras en seguridad como más personal, baños que se activan sin ser tocados y sistemas costosos de filtraje de aire.
“Cada institución ha tenido que revisar profundamente su modelo financiero y reducir, posponer y cancelar programas y eventos al tiempo que impulsa a todas sus fuentes para recaudar fondos”, dijo Regan Grusy, vicepresidente de asociaciones estratégicas del New Museum.
El Museo Metropolitano de Arte fue uno de los primeros de la ciudad en cerrar y sin una guía federal comenzó a encabezar un grupo de trabajo de unos 25 museos de la ciudad para compartir información y crear protocolos.
“La duda que todos enfrentamos es, ‘¿cuánto tiempo tendremos que limitar el número de visitantes?’ Si la respuesta es ‘cinco años’ sería devastador”, dijo el presidente y director general del Met, Daniel Weiss.
Su institución ha abordado el COVID-19 con arte: el Met vende cubrebocas con detalles florales de pinturas de su colección de Claude Monet y Vincent van Gogh. “Estamos tratando de sacar lo mejor posible de esto”, dijo Weiss.
Aunque sus puertas están cerradas por su naturaleza interactiva enfocada en niños, el New York Hall of Science no ha estado callado. Ha ayudado a donar miles de comidas, convirtió un estacionamiento en autocine, ha impulsado la investigación y pruebas.
Cuando reabra tendrá una nueva exposición que explorará las diferentes maneras en las que las culturas experimentan la felicidad, titulada The Happiness Experiment.
“Me encanta que reabra con una exposición que se enfoque en la felicidad”, dijo Margaret Honey, presidenta y directora general de ese museo.
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Mark Kennedy está en Twitter como http://twitter.com/KennedyTwits.