Brasil argumentó el martes que el acuerdo comercial Mercosur-UE ya contiene cláusulas de protección ambiental y que por eso le resulta "difícil entender" las "dudas" planteadas por la canciller alemana, Angela Merkel, sobre su implementación.
"A la luz de esos elementos, resulta muy difícil entender cuál sería exactamente el beneficio, con la finalidad de proteger el medio ambiente y los derechos laborales en los dos bloques, de impedir la entrada en vigor del acuerdo", indicó el ministerio brasileño de Relaciones Exteriores en respuesta a un pedido de la AFP de reacción a las declaraciones de Merkel.
La jefa del gobierno alemán expresó el viernes pasado, a través de su portavoz, "serias dudas" sobre el futuro del acuerdo entre el bloque europeo, de 27 miembros, y los países del Mercosur, debido al avance de la deforestación en la Amazonía brasileña.
"Tenemos serias dudas sobre el hecho de que el acuerdo pueda ser aplicado como estaba previsto, cuando se ve la situación" en la Amazonía, afirmó el portavoz, Stephan Seibert.
Alemania, prosiguió, tiene "fuertes preocupaciones" por la "continua deforestación" y "los incendios", que se han multiplicado en las últimas semanas en la Amazonía.
La UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) firmaron el año pasado un acuerdo de libre comercio que aún debe ser ratificado por los parlamentos nacionales.
"Respecto a las declaraciones del portavoz de la canciller federal alemana Angela Merkel (...), el gobierno brasileño manifiesta su convicción de que el acuerdo será mutuamente benéfico", dijo la nota del palacio de Itamaraty.
El pacto comercial "tiene potencial de crear innumerables oportunidades de comercio e inversiones, emite una importante señal en el ambiente de crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 y crea nuevos mecanismos de cooperación en múltiples temas", prosiguió.
"Por ese motivo, Brasil, junto a sus socios del Mercosur, sigue empeñado en finalizar los detalles de la negociación, así como la revisión legal del instrumento, para permitir su firma y posterior encaminamiento a los parlamentos de los países concernidos", subrayó.
El parlamento austriaco y, recientemente, el holandés, así como grupos ecologistas, rechazaron el pacto en su forma actual. Otros países como Bélgica, Francia, Irlanda o Luxemburgo se mostraron críticos.
Para responder a sus preocupaciones, se integró un capítulo en el texto final, que aborda en especial la "conservación de los bosques".
El año pasado, los incendios en la Amazonía y la política del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, favorable a la minería y las actividades agropecuarias en la región provocaron una crisis diplomática entre Francia y Brasil.
js/pr/dga