WASHINGTON (AP) — Los legisladores republicanos que enfrentan duras contiendas por su reelección se encuentran en una situación precaria con respecto al acosado Servicio Postal a medida que sus jefes aplican recortes presupuestarios a uno de los pocos organismos de gobierno que gozan de estima popular.
Y como suele suceder, las consecuencias políticas resultan cada vez más espinosas para los republicanos, gracias al presidente Donald Trump.
El jefe del Correo, Louis DeJoy, un donante a la campaña de Trump, insiste en hacer economías en un organismo que pierde miles de millones de dólares por año. Mientras tanto, Trump fustiga casi a diario a un servicio que considera dispendioso y amenaza con oponerse a darle fondos extraordinarios para atender a los niveles previsiblemente récord de votación por correo debido a la pandemia de coronavirus.
Ante la acusación infundada de Trump de que la votación por correo está plagada de fraudes, los demócratas y otros detractores dicen que trata de socavar las elecciones presidencial y legislativas al impedir que el correo entregue las boletas a tiempo para el recuento.
DeJoy declaró el viernes ante una comisión del Senado que el correo se compromete a entregar la correspondencia electoral “con seguridad y a tiempo”, pero que no tiene planes de reinstalar buzones ni revertir otras medidas de reducción de costos que ha aplicado desde que asumió en junio.
Los republicanos dicen que sus opositores exageran los problemas del servicio, que se remontan a mucho tiempo atrás, para alentar a sus propios votantes. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo en una carta de recaudación de fondos el viernes que, “tal como a ustedes, me indigna ver cómo el presidente Donald Trump y sus republicanos socavan y sabotean nuestro Correo”.
El problema ha colocado a los legisladores en una posición incómoda.
Si apoyan la posición intransigente de Trump, se convierten en detractores de un organismo que tuvo un 91% de aprobación en una encuesta apartidista del Pew Research Center este año. Pero dadas las demoras generalizadas en las entregas de correspondencia, muchos enfrentan la presión del público para respaldar un proyecto de la cámara de otorgar 25.000 millones de dólares al correo que se someterá a votación el sábado.
Varios republicanos dijeron que el correo será un asunto de menor importancia para la mayoría de los votantes. Otros se quejan, en privado, que es preferible destacar los esfuerzos para reactivar la economía, reabrir las escuelas y combatir el virus que soportar las diatribas diarias de Trump contra el voto por correo y el servicio y sus problemas.
“El presidente no se equivoca totalmente” porque la votación por correo es menos segura que la votación presencial, dijo el senador republicano Roy Blunt, un miembro de la conducción republicana que no enfrenta la reelección este año. “Pero hablar sobre eso no es demasiado útil”.
Los demócratas están a la ofensiva.
La candidata demócrata Gina Ortiz Jones, que disputa una banca por Texas que actualmente está en poder republicano, habla de la demora en la entrega de medicamentos a los veteranos de guerra, un servicio que realiza el correo. El exgobernador de Colorado John Hickenlooper, un demócrata que disputa la banca del senador republicano Cory Gardner, dice que éste ha optado por un “silencio cobarde” en lugar de enfrentar a Trump sobre el tema del correo.