BUENOS AIRES (AP) — Argentina anunció el viernes el inicio de ensayos clínicos de la potencial vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la farmacéutica estatal china Sinopharm.
“Estamos muy orgullosos de este logro en el que las partes hemos comprometido todo el esfuerzo para que podamos avanzar en forma conjunta y solidaria para obtener vacunas a disposición de nuestro pueblo”, dijo el ministro de Salud argentino Ginés González García.
China, donde se detectó el primer brote del nuevo coronavirus a fines del año pasado, compite con empresas estadounidenses y británicas para ser la primera en producir una vacuna capaz de poner fin a la pandemia, lo que representaría un triunfo tanto científico como político.
De la veintena de vacunas que se encuentran en diversas etapas de ensayo en el mundo, ocho son chinas, más que cualquier otro país.
Sinopharm, que tiene dos vacunas en fase de pruebas, adelantó esta semana que estaría en condiciones de comercializarlas a fin año. La farmacéutica tiene capacidad para fabricar 220 millones de dosis al año.
En el país sudamericano también se realizan ensayos de fase tres —en humanos— de la vacuna desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer. En tanto, ya inició la producción, en sociedad con México, de la vacuna de la Universidad de Oxford.
Estos acuerdos entre gobiernos y farmacéuticas les permiten a los países garantizarse la provisión de dosis en un tiempo menor al resto.
Sinopharm trabaja en la llamada vacuna “inactiva” que se hace cultivando el virus completo en un laboratorio y después matándolo, el mismo método para hacer las vacunas contra la polio. Los principales candidatos occidentales emplean una tecnología más nueva y menos probada que ataca la proteína que envuelve al virus, según expertos.