Polémica en Chile al denominar una institución con el nombre de un general pinochetista

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En la imagen un registro del excandidato presidencial chileno Alejandro Guillier, quien enfatizó en que "es inaceptable que en democracia se le rindan honores a Stange, integrante de la junta de Gobierno de una dictadura que violó sistemáticamente los derechos humanos en Chile". EFE/Alberto Peña

Santiago de Chile, 19 ago (EFE).- El nombramiento de una academia del cuerpo policial de Carabineros de Chile en honor a un exintegrante de la Junta Militar de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) generó este miércoles revuelo en el país y duras críticas contra el cuestionado general y máxima autoridad de este estamento policial, Mario Rozas.
La institución rebautizada, escuela donde se forma el alto mando, pasará a llamarse "General Rodolfo Stange" en homenaje al miembro de la junta que gobernó Chile durante la dictadura militar, involucrado en una investigación por asesinato de tres dirigentes comunistas en 1985.
"Es inaceptable que en democracia se le rindan honores a Stange, integrante de la junta de Gobierno de una dictadura que violó sistemáticamente los derechos humanos en Chile", sentenció el excandidato presidencial Alejandro Guillier.
El "caso degollados", como se conoce el sumario en el que se incluyó a Stange, se cerró en 1995 con una orden de detención de quince carabineros (policía militarizada) y un civil. Él fue acusado de obstruir la investigación judicial y proteger a los inculpados.
Su participación en el caso llevó a las autoridades -incluido el entonces presidente de Chile Eduardo Frei- a pedir su renuncia del cargo que ostentaba entonces, jefe de la Policía chilena, por "razones éticas y morales".
El homenaje a Stange, según indicaron fuentes de Carabineros a medios locales, se debe a su importancia en la historia la institución policial, destacando que "no ha sido condenado penalmente" y que "incluso fue senador electo por su región".
El nombramiento volvió a poner en tela de juicio a Mario Rozas, máxima autoridad de la Policía chilena, que lleva muchos meses envuelto en polémica por su gestión del cuerpo policial durante las protestas que tuvieron lugar en Chile a finales del año pasado.
El país vivió su convulsión social más grave desde el fin de la dictadura de Pinochet, con al menos una treintena de muertos, y la actuación de la Policía recibió señalamientos por presuntas violaciones a los derechos humanos por parte de organismos como la ONU o Amnistía Internacional.
Desde entonces, y agravado por unos polémicos audios que se hicieron virales en los que Rozas promete impunidad a los agentes frente las denuncias de abusos policiales, su figura ha sido ampliamente cuestionada llegando incluso algunos miembros de la oposición a exigir su dimisión.
"Un verdadero compromiso con los derechos humanos y la democracia pasa por dejar de homenajear a personas que fueron cómplices. Esta decisión del General Rozas es una provocación y debe revertirse", sentenció el diputado izquierdista Miguel Crispi.

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