Santiago de Chile, 20 ago (EFE).- El artista galés James Dean Bradfield se encontraba en octubre de 2019 terminando su segundo álbum en solitario, un homenaje al cantautor chileno Víctor Jara (1932-1973), mientras que, a miles de kilómetros, en Chile, manifestantes se congregaban entonando, entre consignas políticas, las letras de la que es una de las voces más reconocidas de Chile.
"Even in Exile", el nuevo disco del cantante y guitarrista de la banda de rock Manic Street Preachers, salió a la luz este agosto, tan solo diez meses después del comienzo de la mayor crisis social desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y en la que la figura de Víctor Jara recobró protagonismo.
"En octubre veía imágenes de la gente joven reunida en Plaza Italia cantando las canciones de Víctor Jara. ¡Es un sueño! Parece que han encontrado la mezcla perfecta de estar pendientes del mundo pero conectados con sus raíces chilenas", relató Bradfield a Efe en una videollamada desde su casa en Reino Unido.
Jara, que se dio a conocer por sus letras de alto contenido ideológico durante el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-73), se convirtió en un referente en el género de la canción protesta tras ser torturado y asesinado días después de instalada la dictadura de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
Algunas de sus canciones como "El derecho de vivir en paz" o "Manifiesto" se convirtieron en himnos para los jóvenes que recuperaron sus letras para vitorear en favor de un sistema socioeconómico más justo y una nueva Constitución para Chile en unas manifestaciones semanales que se extendieron hasta principios de este año.
Bradfield, que siempre ha dado cabida a la reivindicación política y la reflexión en sus canciones, da vida en este disco a una serie de diez relatos inspirados en la obra de Jara, escritos por el poeta y dramaturgo Patrick Jones, con quien comparte amistad y admiración por el chileno.
"La música de Jara es muy inspiradora, ha conseguido viajar a través del tiempo y del espacio para llegar a la gente. Mi homenaje solo es el siguiente de la fila, antes ya lo hicieron Bruce Springsteen, U2, Simple Minds, entre otros", explicó el cantante.
CHILE, SIEMPRE PRESENTE EN LA VIDA DE BRADFIELD
La primera vez que Bradfield escuchó hablar de Jara fue en una canción de The Clash cuando tenía 15 años, a partir de ahí, explica, Chile siempre "estuvo presente" en su vida: desde la "admiración" que siente por la Patagonia a el seguimiento del fútbol chileno, pasando por el coqueteo con la música psicodélica austral.
No fue hasta 2018, cuando Manic Street Preachers decidió hacer un parón -llevaban en activo desde 1992-, que el cantante y Patrick Jones se unieron en este proyecto que comenzó como unos escritos que no pensaban ser publicados y terminó musicalizándose en un álbum entero.
El galés, que ya había adelantado tres singles a principio de año, presenta ahora la totalidad de un disco compuesto por diez temas propios y una versión instrumental de "La Partida", y que supone un guiño más a la ideología de izquierdas en su extensa carrera artística.
Su banda, Manic Street Preachers, protagonizó un evento histórico cuando en 2001 dio el primer gran concierto de rock en Cuba en décadas al que asistió el entonces mandatario Fidel Castro.
UN PÓDCAST EN HOMENAJE A JARA
El disco aterriza de la mano de un pódcast de tres episodios, "Inspired by Jara", producido y conducido por el propio Bradfield, en el que analiza, junto a otros referentes culturales, la influencia del chileno en la música moderna.
"Víctor Jara es el primer y único cantante que ha sabido mezclar ideología y poesía. Es algo muy difícil de lograr porque normalmente la parte ideológica arrastra lo poético fuera de la música y las letras se convierten en dogmas", explicó el galés.
Además, destacó el artista, el valor de sus canciones reside en que "son inclusivas, mostrando empatía y queriendo unir a las personas", y añadió que se trata de un aspecto "importante" porque la gente de izquierdas históricamente siempre ha destacado por tender a la "división y el desacuerdo".
Patricia Nieto Mariño