BUENOS AIRES (AP) —
En medio del incremento de contagios por el nuevo coronavirus, miles se congregaron en Buenos Aires y otras ciudades argentinas para rechazar la gestión de presidente Alberto Fernández y su decisión de prorrogar la cuarentena.
El llamado “Banderazo patriótico”, que se produjo durante el feriado por el 170 aniversario de la muerte del libertador José de San Martín, englobó variadas quejas, entre ellas la inseguridad, el deterioro económico y los planes oficialistas de reformar la justicia para supuestamente proteger a la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en las causas en las que está procesada por presunta corrupción.
En la protesta cientos de automovilistas hacían sonar las bocinas de sus coches mientras sostenían carteles que rezaban “Basta de impunidad”, “Estamos hartos de esta dictadura” y “Esta es la reforma; yo te hago presidente y vos me limpias las causas”, en alusión a la influencia que la exmandataria tendría sobre Fernández.
María Riccheri, de 61 años, dijo a la AP que fue a la protesta en reclamo de libertad y de que “Cristina Kirchner vaya presa”, además de que cuestionó al gobierno por carecer de un plan económico para sortear la crisis y criticó los planes de reforma judicial, para la cual el gobierno cuenta con un jurista asesor que es abogado de la expresidenta.
A su vez, Ricardo Carpe, de 48 años, señaló que pese a la esperanza que pueda generar la eventual llegada de una vacuna para prevenir el COVID-19, hace cinco meses que soporta una cuarentena que por su extensión “es única en el mundo".
“Veo a la gente que no puede trabajar... preguntale a un albañil, a un hotelero que no les dejan”, dijo el hombre que se consideró afortunado porque está habilitado a trabajar bajo estrictos protocolos de salud en una fábrica de gaseosas.
En el interior del país, las marchas agruparon, entre otros, a productores agropecuarios que se quejaron de la corrupción política, de dirigentes que “tratan al Estado como si fuera suyo” y que aplican “recetas absurdas” con las que la gente está “más indefensa y pobre”.
La jornada fue alentada por dirigentes de la coalición Juntos por el Cambio con la que gobernó Mauricio Macri (2015-2019).
Desde que la pandemia impactó en marzo, se han registrado unos 300.000 infectados y 5.800 fallecidos. Argentina es uno de los países con menor tasa de letalidad en la región, según las autoridades.
En un acto oficial, Fernández cuestionó la protesta y destacó la necesidad de crear unidad. “Nos ha tocado un momento único de la humanidad, en donde una pandemia nos contagia, nos mata y tenemos que reconstruir un país que han dejado endeudado, aniquilado, y han condicionado el futuro de muchas generaciones”, señaló sobre el legado de la administración de Macri.
El mandatario anunció el viernes la extensión de la cuarentena hasta el 30 de agosto.
Fernández ha subrayado la necesidad de evitar los encuentros sociales. Cuestionó días atrás las congregaciones de protesta programadas en momentos en que la pandemia impacta más en el país sudamericano, una crítica que también han compartido dirigentes de la oposición como el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Desde el 20 de marzo, el fútbol está suspendido y las escuelas cerradas en casi todo el país; tampoco están habilitados los vuelos comerciales, y los restaurantes y bares únicamente hacen envíos o permiten retirada de comida. Los comercios y las fábricas funcionan con protocolos de seguridad y varios deportes individuales, como el tenis, han comenzado a habilitarse.
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En esta nota colaboró el periodista de AP Leo La Valle