Centenares de elefantes que murieron misteriosamente en el famoso delta Okavango en Botsuana sucumbieron probablemente a causa de toxinas naturales, informó el viernes el departamento de fauna silvestre.
El país del sudafricano tiene la mayor población de elefantes, calculada en 130.000, y alrededor de unos 300 han muerto desde marzo.
Las autoridades han descartado como causas el antrax o la caza furtiva, pues los colmillos de los paquidermos se han encontrado intactos.
Pruebas preliminares realizadas en varios países no han sido concluyentes y otras más se están llevando a cabo, afirmó a la AFP el jefe de Departamento de fauna silvestre y parques, Cyril Taolo, en entrevista telefónica.
"Pero con base en algunos resultados preliminares que hemos recibido, estamos pensando que la causa posible son las toxinas naturales", señaló.
"Hasta ahora no hemos establecido una conclusión sobre cual es la causa de la mortalidad", indicó.
Explicó que alguna bacteria puede producir veneno en forma natural, especialmente en aguas estancadas.
El gobierno ha registrado que 281 elefantes murieron, aunque organizaciones conservacionistas independientes indican que han muerto más de 350.
Las muertes fueron señaladas primero por la organización de conservación de la vida silvestre Elephants Without Borders (EWB), cuyo informe confidencial sobre 356 elefantes muertos fue difundido a comienzos de julio.
EWB sospecha que los elefantes se han estado muriendo en el área desde hace tres meses, y la mortalidad no está relacionada con la edad o el sexo de los animales.
A algunos elefantes vivos se les ve débiles, letárgicos y delgados y otros muestran signos de desorientación, dificultad para caminar o cojera, señala EWB.
Pruebas están siendo realizadas por laboratorios especializados en Sudáfrica, Canadá, Zimbabue y Estados Unidos.
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