Durante semanas, los jugadores del Bayern Múnich han manifestado solidaridad con el movimiento “Black Lives Matter” en los partidos. Y algunos también se han acercado a su compañero Jerome Boateng para sostener una conversación más profunda sobre el racismo.
“Antes de nuestra pausa, hablé en realidad con Joshua Kimmich y Leon Goretzka sobre esto”, rememoró Boateng en una videollamada. "Me preguntaron cómo podían apoyar, cómo se siente esto, qué me pasó cuando era más joven.
“Así que pude contarles mi historia, cuáles fueron mis experiencias y por qué es tan doloroso y duro escuchar estas cosas o tener estas experiencias y luego imaginar a gente más joven, que quizás enfrenta esto por primera vez. Uno piensa en qué puede hacer y cómo puede apoyar”.
Boateng, de 31 años y nacido en Berlín de madre alemana y padre ghanés, ha escuchado en otras ocasiones cómo algunos aficionados racistas emitían sonidos semejantes a los de un simio cuando él tocaba el balón.
“Hay desde luego algunas situaciones en las que es realmente difícil ayudar, pero uno siempre puede apoyar en una situación”, consideró el zaguero. “Desde luego, cuando es un grupo contra otro y no hay nadie cerca, uno nunca sabe. Pero si hay alguien cerca, por favor llamen a la policía, porque eso puede ayudar y evitar una situación más peligrosa”.
Los jugadores del Bayern pusieron una rodilla en tierra durante los partidos antes de que la campaña de la Bundesliga, interrumpida por la pandemia, concluyera en junio. Ahora, los monarcas de Alemania se preparan para volver a la cancha la próxima semana, en los octavos de final de la Liga de Campeones, enfrentando al Chelsea
El club alemán tomó una ventaja de 3-0 en el partido de ida, disputado en febrero.
“Pienso que será muy poderoso e importante que podamos continuar este gesto en la Champions, especialmente en la final, desde luego, porque todo el mundo estará mirando”, enfatizó Boateng. “Considero importante continuar y, también que otros deportes, que no se han reanudado todavía, se nos unan”.
Más allá de gestos como la genuflexión, Boateng espera que un cambio en el fútbol alemán garantice una mayor diversidad en puestos de dirigencia y en los técnicos. Daniel Thioune, el primer entrenador alemán de raza negra en las ligas profesionales del país, fue contratado este mes por el Hamburgo.
“Desde luego, me gustaría ver más de eso en Alemania”, dijo Boateng. “Y es que se ve más en Reino Unido y en otros países”.