MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Las personas que reciben la vacuna contra la gripe estacional reducen significativamente sus riesgos cardiovasculares de ataque cardíaco, ataque isquémico transitorio (AIT), paro cardíaco y muerte, según una investigación preliminar que se presenta este lunes en las sesiones científicas virtuales de la American Heart Association de Ciencias Cardiovasculares 2020.
El estrés que provoca la infección de la gripe en el cuerpo puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, lo que según los investigadores es bien conocido.
"Estos grupos deberían tener las tasas de vacunación más altas porque tienen el mayor riesgo pero nuestros hallazgos muestran lo contrario: las vacunas contra la gripe están subutilizadas --alerta Roshni A. Mandania, autora principal del estudio y candidata a doctorado en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas Tech--. Como proveedores de atención médica, debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que nuestras poblaciones más vulnerables estén protegidas contra la gripe y sus graves complicaciones".
Utilizando información de la Muestra Nacional de Pacientes Internacionales de 2014, la base de datos más grande de hospitales de Estados Unidos, los investigadores, bajo la guía de Debabrata Mukherjee, jefe de Servicios Cardiovasculares en el Centro Médico de la Universidad Tecnológica de Texas en El Paso, evaluaron la tasa a la que se administró la vacuna contra la gripe a pacientes designados por los Centros para el Control de Enfermedades como de alto riesgo.
La base de datos incluye personas mayores de 50 años, pacientes con VIH / SIDA, aquellos que residen en hogares de ancianos y personas obesas. Los investigadores examinaron el impacto de la vacuna contra la gripe en los resultados cardiovasculares entre los pacientes que fueron vacunados durante la hospitalización y los que no.
De los más de 7 millones de pacientes de alto riesgo hospitalizados, los investigadores encontraron que solo 168.325 recibieron la vacuna contra la gripe; los adultos de 50 años o más tenían significativamente menos probabilidades de ser vacunados en comparación con la población general (1,8% versus 153%) y, sin embargo, los mayores de 50 años que fueron vacunados tuvieron mejores resultados en el año posterior a la vacunación, con un riesgo 28% menor de ataque cardíaco, un riesgo 73% menor de muerte, un riesgo 47% menor de AIT y un 85% menor riesgo de paro cardíaco.
Los resultados cardiovasculares fueron similares a los adultos mayores de 50 años en los grupos de alto riesgo. "Los resultados que encontramos son asombrosos. Es difícil ignorar el efecto positivo que la vacuna contra la gripe puede tener en las complicaciones cardíacas graves --destaca Mandania--. Algunas personas no consideran que las vacunas contra la gripe sean necesarias o importantes, y muchas pueden enfrentar barreras para acceder a la atención médica, incluida la vacuna contra la gripe".
En este estudio, los investigadores evaluaron la inmunización únicamente en el hospital, por lo que es posible que algunas personas hayan recibido la vacuna contra la gripe en un entorno ambulatorio.
"Sin embargo, nuestro estudio destaca la marcada infrautilización de la vacuna contra la gripe en grupos de alto riesgo y subraya la necesidad de una iniciativa de política de atención médica para aumentar las vacunas contra la gripe entre todos los pacientes y especialmente en los grupos de alto riesgo", añade Mandania.