PARÍS (AP) — Un proyecto enormemente ambicioso para replicar la energía del sol está entrando en una fase crítica, a medida que los científicos y técnicos en el sur de Francia comienzan a ensamblar las piezas enormes de un dispositivo de fusión nuclear, un experimento internacional destinado a desarrollar la fuente definitiva de energía limpia.
Los líderes mundiales involucrados en el proyecto, o sus representantes, participaron el martes en una ceremonia virtual para dar inicio de la nueva etapa del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER por sus siglas en inglés), señalando que el trabajo ha continuado a pesar de la pandemia de COVID-19 en muchas de las 35 naciones contribuyentes.
“Ciertamente la pandemia impactó el cronograma inicial”, dijo el director general del ITER, Bernard Bigot, quien dirigió la ceremonia en Saint-Paul-les-Durance, al noreste de Marsella. Agregó que ninguno de los empleados en el terreno se ha contagiado del virus que causa el COVID-19.
Los científicos han intentado durante mucho tiempo imitar el proceso de fusión nuclear que ocurre dentro del sol, en busca de una fuente casi ilimitada de electricidad barata, segura y limpia. A diferencia de los reactores de fisión existentes, que dividen los átomos de plutonio o uranio, alegan que con la fusión no hay riesgo de una reacción en cadena incontrolada y que no produce desechos radiactivos de larga vida.
El proyecto “busca crear un sol artificial”, dijo el presidente surcoreano Moon Jae-in. “Un sol artificial es una fuente de energía de los sueños”.
Entre otros elementos, Corea del Sur está fabricando cuatro sectores de un recipiente de vacío, una cámara sellada herméticamente en la que las partículas de plasma, derivadas del gas de hidrógeno calentado, se mueven en espiral sin tocar las paredes. Los países europeos están construyendo otros cinco sectores.
El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió al ITER como una “promesa de paz” porque reúne a países que decidieron renunciar a sus diferencias por el “bien común”. China, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Rusia y las naciones de la Unión Europea participan en el proyecto.
No ha habido señales de la discordia que hay actualmente entre Estados Unidos y China, y entre India y China.