SAO PAULO (AP) — El Comité Olímpico Brasileño montó su campamento de entrenamiento en Rio... en Rio Maior, Portugal, una ciudad relativamente pequeña en las afueras de Lisboa y que cuenta con unos 21.000 habitantes.
El comité temía que su equipo se rezagara previo a los Juegos Olímpicos de Tokio el próximo año luego de meses de inactividad en casa. Así que desde mediados de julio, 72 atletas de alto rendimiento —nadadores, judokas, boxeadores y gimnastas— han entrenado en el Centro Deportivo Rio Maior para tratar de ponerse al corriente con rivales que comenzaron antes.
En conjunto, el campamento involucra a más de 100 brasileños, todos los cuales tuvieron que dar negativo al coronavirus antes de partir de su país natal y cuando arribaron a Portugal. Estuvo programado para que pudieran empezar el jueves de la semana pasada, exactamente a un año de que inicien los Juegos Olímpicos.
El campamento eventualmente albergará a más de 200 atletas brasileños y miembros del personal en 16 deportes hasta diciembre.
No hay una playa Copacabana o un Pan de Azúcar, pero, lo que es más importante, este Rio está libre de COVID-19.
Gran parte de la infraestructura utilizada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 esta cerrada, con apenas un puñado de atletas que podían entrenar para la justa de Tokio. Incluso si las instalaciones de entrenamiento son abiertas pronto, los atletas temen que vuelvan a cerrar rápidamente a causa de las deficientes labores de Brasil para controlar el virus.
Brasil ha registrado casi 90.000 muertes a causa del coronavirus y más de 2,4 millones de casos, las segundas cifras más altas del mundo, sólo detrás de las de Estados Unidos.
Rio Maior, una tranquila ciudad ubicada a 75 kilómetros (46 millas) al norte de Lisboa, no ha registrado casos de coronavirus.
“Rio Maior nos da una burbuja”, dijo Marco La Porta, vicepresidente del Comité Olímpico Brasileño.
“Todos los trabajadores en el centro deportivo viven en la ciudad. Y eso da a los atletas una gran seguridad. En Brasil, simplemente no saben quién ha tenido contacto con el coronavirus. Estamos tratando de acortar una brecha”.
Esperan que las instalaciones de Río de Janeiro sean seguras para utilizarlas a finales del año. Mientras tanto, 120 atletas olímpicos de Brasil llegarán a Portugal en los próximos meses para volver a entrenar.
Todos están recibiendo un permiso especial para ingresar a la nación europea con ayuda del Comité Olímpico de Portugal, debido a que su presencia está justificada como que están realizando actividades profesionales. Los turistas procedentes de Brasil no pueden ingresar a la Unión Europea por la situación que tiene la nación sudamericana con el coronavirus.