Turquía conmemoró el miércoles el cuarto aniversario del golpe de Estado fallido del 15 de julio con ceremonias y eventos en recuerdo de las víctimas.
El presidente Recep Tayyip Erdogan, acompañado por civiles que combatieron el intento de golpe, colocaron una ofrenda floral en un monumento en el palacio presidencial en Ankara y oraron. Erdogan inició una serie de eventos conmemorativos, uno de ellos en el Parlamento. Los asistentes llevaban mascarillas debido a la pandemia de coronavirus.
El 15 de julio de 2016, un sector de las fuerzas armadas provisto de tanques, aviones y helicópteros intentó derrocar el gobierno de Erdogan. Un total de 251 personas murieron y 2.200 resultaron heridas cuando los conspiradores abrieron fuego contra la gente o bombardearon el Parlamento y otros edificios del gobierno. También murieron unos 35 presuntos golpistas.
Turquía ha atribuido el intento del golpe al clérigo musulmán Fethullah Gulen, un antiguo aliado de Erdogan y que radica en Estados Unidos. Gulen lo niega.
El gobierno declaró entonces el estado de emergencia para desbaratar la red de Gulen, calificada de grupo terrorista.
Bajo los poderes de emergencia vigentes durante dos años, decenas de miles de personas fueron arrestadas por sus presuntos lazos con el golpe y Gulen. Los juicios continúan todavía. Más de 130.000 empleados públicos, incluidos docentes y policías, fueron despedidos.
Los detractores dicen que se cometieron excesos en los arrestos y despidos, que afectaron a toda la oposición bajo las leyes antiterroristas.