Moscú, 15 jul (EFE).- El movimiento opositor "Niet" (No) convocó hoy una campaña de recogida de firmas en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades rusas para intentar anular en los tribunales la reforma constitucional adoptada hace dos semanas y que permite al presidente, Vladímir Putin, mantenerse en el poder más allá de 2024.
La lluvia persistente no detuvo a entre mil y 1.500 personas a acudir a la convocatoria de la plataforma en Moscú y congregarse en la pequeña plaza de Pushkin en el centro de la capital rusa, donde hicieron filas para firmar las planillas del "Niet".
"Vamos a recaudar firmas aquí y en internet, porque consideramos que esta la única forma de protestar", declaró a Efe el político y director del movimiento Rusia Abierta, Andréi Pivovárov.
"MIENTRAS MÁS FIRMAS, MEJOR"
Según el opositor, las firmas se presentarán en forma de demanda colectiva al Tribunal Supremo.
La campaña aspira a recaudar la mayor cantidad de firmas porque considera "que decenas de millones de personas votaron en contra de las reformas constitucionales".
"Serán miles de firmas, entre 5.000 ó 7.000, pero mientras más, mejor", acotó.
Aparte de allanar el camino para la posible permanencia de Putin en el poder más allá de 2024, la Constitución rusa de 1993 reformada incluye una serie de enmiendas -206 en total- sobre cambios en la vida política y social del país.
Entre las modificaciones en la Carta Magna destacan la indexación anual de las pensiones de los rusos, el salario mínimo por encima del mínimo de subsistencia, el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, la prohibición de ceder territorio a otros países o la prevalencia de la Ley Fundamental sobre el derecho internacional.
Según la coordinadora de Rusia Abierta, Tatiana Usmánova, el movimiento recoge firmas también en San Petersburgo, Voronezh y otras ciudades rusas.
"Preparamos la demanda, estará lista en varias semanas. La prepararemos junto a las organizaciones que detectaron violaciones a lo largo del proceso (del plebiscito). Y no hablamos solo de la semana de votación, sino desde el momento en que Putin anunció que quería cambiar la Constitución", añadió.
"Este proceso fue ilegítimo del principio al fin", afirmó.
Usmánova expresó su confianza en que la demanda sea admitida por el Tribunal Supremo y que los jueces "tomen la decisión correcta".
DE MITIN A RECOGIDA DE FIRMAS
Inicialmente los organizadores de la campaña solicitaron a las autoridades de Moscú y San Petersburgo permiso para organizar un mitin en contra de las enmiendas constitucionales, pero la autorización fue denegada bajo la excusa de la situación epidemiológica, por lo que se decidió hacer una recogida de firmas.
De modo espontáneo se formaron varias colas para apoyar la demanda entre coros de "Putin ladrón", "Libertad para los presos políticos", "Putin, renuncia", mientras la policía se limitaba inicialmente a observar sin intervenir.
Aunque muchos acudieron con mascarillas y guantes, gran parte de los presentes no usaban ningún medio de protección y, dado el reducido espacio de la plaza, no se guardó distanciamiento social.
En San Petersburgo, a diferencia de Moscú, se creó una cola gigantesca a lo largo de la céntrica avenida Nevski de cerca de un kilómetro, en la que unas mil personas acortaban la espera de su turno cantando y gritando eslóganes.
DETENCIONES EN MOSCÚ
Tras dos horas de recaudación de firmas sin incidentes en Moscú, un grupo de alrededor de 350 personas inició una marcha espontánea a lo largo de la avenida Bulvárnoye Koltso, y varios participantes se tendieron en la calle para detener el tránsito, informó el portal de noticias independiente Meduza.
La policía pidió a los manifestantes retirarse de la calle y posteriormente detuvo violentamente a más de medio centenar de personas, según informó el canal de Telegram "Avtozak Live".
En San Peterburgo, por contra, la recogida de firmas transcurrió sin incidentes.
Los organizadores de la campaña "Niet" se opusieron desde un principio a las enmiendas constitucionales promovidas por Putin, al asegurar que el único propósito de éstas era perpetrarlo en el poder.
Además, no reconocieron los resultados de la votación, al denunciar las irregularidades del proceso y la falta de legitimidad de este plebiscito.
Según los datos oficiales de la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia, el 77,92 % de los votantes apoyaron el conjunto de más de 200 enmiendas a la Constitución rusa, frente al 21,27 % que lo rechazaron.
La participación ascendió a un 67,97 % del censo electoral.
La oposición cuestiona estos resultados en base a las encuestas a pie de urna realizadas durante el proceso de votaciones.