WASHINGTON (AP) — La franquicia de la NFL en Washington anunció el lunes que retirará de inmediato el nombre “Redskins” y el logo de un aborigen, capitulando a décadas de críticas de que era ofensivo a los indígenas en Estados Unidos.
Se deberá seleccionar un nuevo nombre para uno de los equipos más antiguos de la liga de fútbol americano. No quedó claro cuán rápido ello se dará.
De momento, sin embargo, el nombre más polémico del deporte profesional en Estados Unidos ha desaparecido cuando el país hace un replanteamiento sobre injusticia social, íconos y racismo.
El equipo dijo que “retiraba” el nombre y logo, y que Snyder y el entrenador Ron Rivera trabajaban en conjunto para tener un nuevo nombre y diseño. El anuncio se hizo con el viejo membrete con el nombre de los Redskins debido a que el equipo técnicamente lo retiene hasta que se seleccione y apruebe el nuevo.
“Como un niño que creció (en el área de D.C), siempre serán #HTTR (las siglas del grito de batalla ‘Hail to the Redskins’) pero ansioso por lo que viene en el futuro”, tuiteó el quarterback Dwayne Haskins.
La “R” en ese grito de batalla podría ser reemplazada por Redtails, Redwolves o Redhawks. Redtails o Red Tails, es un homenaje a los pilotos Tuskegee de la Segunda Guerra Mundial y es el apodo favorito en las apuestas en el portal BetOnline. El grupo señaló: “Sería un honor y nos complacería trabajar con la organización durante y después del proceso de cambio de nombre, en caso de que se adopte este nombre”.
Será el primer cambio de nombre en la NFL desde finales de la década de 1990, cuando los Petroleros de Tennessee se convirtieron en los Titanes, dos temporadas después de llegar procedentes de Houston.
Después de que el presidente Donald Trump criticó la semana pasada a los Redskins y a los Indios de Cleveland de Grandes Ligas por sopesar un cambio de nombre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany dijo que el presidente “cree que la comunidad indígena estará muy molesta por esto y tiene una encuesta que lo respalda”. Hizo referencia a un sondeo realizado en 2016 por el Washington Post que muestra que el 90% de los indígenas estadounidenses no están molestos con el nombre, una encuesta que ya ha sido desacreditada por expertos.
La medida se toma menos de dos semanas después que el dueño Dan Snyder, un aficionado del equipo desde niño que una vez proclamó que nunca cambiaría el nombre, inició un “análisis exhaustivo” ante los reclamos de los patrocinadores. FedEx, Nike, PepsiCo y Bank of America se pronunciaron en contra del nombre, asignado a la franquicia en 1933 cuando aún jugaban en Boston.
Defensores de los aborígenes han criticado desde hace mucho tiempo un nombre que consideraban como un “epíteto racista”.
Más de una docena de líderes y organizaciones nativas estadounidenses escribieron la semana pasada al comisionado de la NFL, Roger Goodell, reclamando que Washington dejara de emplear el nombre de inmediato.
En la carta, a la que tuvo acceso The Associated Press, dijeron que esperaban que “la NFL inicie un firme, significativo proceso de reconciliación con los líderes, tribus y organizaciones de aborígenes estadounidenses para reparar décadas de violencia emocional y otros graves perjuicios que ha causado a los pueblos indígenas este nombre racista de equipo”.
Las protestas contra el nombre preceden a 1999, cuando Snyder adquirió el equipo. Siempre se mostró muy reticente a considerar un cambio.
Pero los fuertes pronunciamientos de los patrocinadores — incluyendo una compañía administrada por un dueño minoritario — alteraron la ecuación.
FedEx, la empresa de mensajería, se convirtió a inicios de mes en el primer patrocinador en anunciar que había pedido el cambio de nombre, algo importante ya que su director ejecutivo Frederick Smith es un accionista minoritario del equipo. FedEx pagó 205 millones de dólares para darle nombre al estadio del equipo en Landover, Maryland.
Nike y otras empresas retiraron el material del equipo de sus tiendas en internet.
El contrato de alquiler en el FedEx Field expira en 2027, y el cambio de nombre supone abrir varias posibilidades en Maryland, Virginia y Washington para el nuevo estadio y sede del equipo. La alcaldesa del distrito federal, Muriel Bowser, había advertido que el nombre era un “obstáculo” para el plan de Snyder de construir en los terrenos del viejo estadio RFK, que se presume es su primera opción.