25 años después de la matanza de Srebrenica, los musulmanes lamentan la "negación" serbia

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"No es fácil vivir aquí al lado de los que, 25 años después, niegan que se cometió un genocidio". Hamdija Fejzic, un responsable político de Srebrenica, resume así el sentimiento de los musulmanes de Bosnia frente a los que en la comunidad serbia piensan que la matanza es un "mito".

La justicia internacional estableció que miles de hombres y adolescentes bosnios (musulmanes) fueron asesinados por las fuerzas serbias en muy pocos días, en julio de 1995.

En la víspera de las conmemoraciones del genocidio este sábado, los supervivientes ven la "negación" de la muerte de estas más de 8.000 víctimas como una parte integrante de la masacre, y el principal obstáculo para el acercamiento entre las comunidades.

El conflicto intercomunitario (1992-95) causó cerca de 100.000 muertos en Bosnia, pero sólo la masacre de Srebrenica, en el este del país, fue considerada un acto de genocidio, primero en 2001 por el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY), y luego en 2007 por la Corte Internacional de Justicia.

El excomandante de las fuerzas serbias en Bosnia, el general Ratko Mladic, fue condenado en 2017 a cadena perpetua y tienen que ser juzgado en apelación.

Un cuarto de siglo después, la matanza sigue siendo uno de los principales escollos entre las comunidades bosnia (musulmanes) y serbia (cristianos ortodoxos).

Los primeros consideran que su total reconocimiento es una condición para la construcción de una paz duradera. La mayoría de serbios de Bosnia, sobre todo sus dirigentes, piensan que es inaceptable calificar la masacre de "genocidio".

- "Construir un mito" -

En Serbia, el presidente Aleksandar Vucic considera que "Srebrenica es algo de lo que no debemos ni podemos estar orgullosos", pero evita pronunciar el término que los bosnios musulmanes querrían oír.

En 2017, el jefe de Estado serbio señaló que "entre 80% y 90% de los serbios no piensan que se cometió un gran crimen" en Srebrenica.

Actualmente, la ciudad, dirigida por un alcalde serbio y un adjunto bosnio, es un lugar desdichado: el centro no tiene vida, hay muy pocos comercios y los pocos miles de serbios y bosnios musulmanes que viven en ella no logran convivir.

El primer magistrado de Srebrenica, Mladen Grujicic, elegido en 2016 después de una campaña fundada en parte en la negación, piensa que el balance de las víctimas no es "válido".

Al venir a apoyar a su candidato, el jefe político de los serbios de Bosnia, Milorad Dodik, dijo: "¡Afirmo aquí que no se cometió genocidio!".

El año pasado, Dodik reunió a varios historiadores, la mayoría serbios, para "establecer la verdad" sobre Srebrenica: "cada pueblo necesita un mito. Los bosnios no tenían e intentan construir un mito en torno a Srebrenica".

En el Parlamento federal de Bosnia, varios proyectos de ley que prohíben la negación de la matanza fueron rechazados por diputados serbios.

- El germen de una "futura violencia" -

Hasta la fecha, cerca de 6.900 víctimas de la matanza han sido halladas en más de 80 fosas comunes e identificadas. La mayoría de ellas han sido enterradas en el centro memorial de Srebrenica, donde los restos de nueve víctimas identificadas desde julio serán inhumadas el sábado.

El adjunto bosnio en el Ayuntamiento, Hamdija Fejzic, se entristece. "La negación del genocidio es su última fase. Tenemos que vivir esto todos los días", dice a la AFP.

Para el comisario europeo de Ampliación, Oliver Varhelyi, Srebrenica "sigue siendo una herida abierta en el corazón de Europa".

"Esta parte de la historia europea tiene que ser preservada contra cualquier intento de negación o de revisionismo".

Pero Ratko Mladic y el exjefe político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, siguen siendo "héroes" para la mayoría de la comunidad.

Para Emir Suljagic, director del centro memorial de la matanza, y superviviente del crimen, este 25º aniversario es también "el 25º aniversario de la negación". "Pese a las numerosas pruebas (...) y los fallos de los tribunales internacionales, se intensifica".

"La negación del genocidio es siempre, siempre, el anuncio de una futura violencia", advierte.

rus/ev/ao/es

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