CARACAS (AP) — La batalla política por el control de Venezuela se centra ahora en una reserva de lingotes de oro de 1.800 millones de dólares depositados en una cámara del Banco de Inglaterra en Londres, donde se espera que un juez decida pronto quién tiene derecho a reclamarlos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene que necesita el oro para ayudar a que el país, falto de dinero en efectivo, luche contra la pandemia del coronavirus. Pero el banco central de Gran Bretaña, cuyo gobierno reconoce al líder de la oposición Juan Guaidó como el líder legítimo de la nación, se ha negado a entregárselo al gobierno socialista.
Un fallo del juez Nigel Teare, que podría darse en los próximos días, podría ayudar a aclarar la cuestión de quién es el líder legítimo del país, al menos a ojos de una potencia mundial, apuntan los expertos.
“Si Maduro es capaz de conseguir este dinero, esto debilita una herramienta significativa que el gobierno británico tiene para implementar su reconocimiento a Guaidó”, señaló Michael Camilleri, un experto en Venezuela del centro de estudios Diálogo Interamericano de Washington. “Esto socava la fuerza de esa política".
La disputa gira en torno a la posición británica hacia Venezuela, un país inmerso en una crisis política y económica y donde tanto Maduro como Guaidó reclaman poderes presidenciales desde hace más de un año.
Gran Bretaña reconoce el reclamo de Guaidó, quien preside de Asamblea Nacional venezolana, como hace Estados Unidos y alrededor de cinco docenas de gobiernos más. Guaidó se autoproclamó presidente interino a principios de 2019, meses después de que Maduro declarase su victoria en unas elecciones que los críticos dijeron que estaban amañadas a su favor.
El secretario británico de Exteriores, Jeremy Hunt, reconoció a Guaidó como presidente interino constitucional, y el líder opositor se reunió con el primer ministro, Boris Johnson, durante una gira por Europa a principios de este año.
A pesar de su respaldo a Guaidó, Gran Bretaña mantiene lazos diplomáticos con el gobierno de Maduro: Londres reconoce a la embajadora de Maduro, Rocío Maneiro, y tiene el control de la embajada venezolana en la capital, mientras que el embajador británico, Andrew Soper, sigue en Caracas.
Por otra parte, las autoridades británicas no concedieron credenciales diplomáticas al enviado que Guaidó nombró embajador en Gran Bretaña.
Aunque en un primer momento Guaidó lanzó su campaña para derrocar a Maduro con miles de partidarios eufóricos tomando las calles en todo el país, el presidente socialista ha mantenido el control sobre la mayoría de las ramas del gobierno, incluyendo el ejército. El entusiasmo por Guaidó, sin embargo, se ha ido disipando.
Leigh Crestohl, un abogado que representa al gobierno del Banco Central de Venezuela nombrado por Maduro, dijo que el líder venezolano tiene claramente el control de la nación, lo que le da derecho a tomar el oro.
“Si un gobierno tiene el control de facto de un territorio y está reconocido por el mantenimiento de relaciones diplomáticas plenas y normales, esto debería tratarse como un reconocimiento formal", apuntó Crestohl en un comunicado. “En nuestro caso, la ley es clara".
Guaidó está instando al tribunal londinense a que ordene al Banco de Inglaterra que retenga el oro y no se lo entregue al ejecutivo de Maduro, que según afirma es ilegítimo y corrupto. En una reciente vista de cuatro días sobre el caso, sus abogados reiteraron que el líder de la Asamblea Nacional se convirtió en el líder legítimo de la nación en base a las disposiciones contempladas en la Constitución. Los letrados tacharon de irrelevante la continuidad de los vínculos diplomáticos entre Londres y Maduro.
Venezuela fue en su día uno de los países más ricos de Latinoamérica, ubicada sobre las mayores reservas de petróleo del mundo. Los críticos con el gobierno socialista culpan a la corrupción y la mala gestión de la destrucción de la industria petrolera y la economía.
Maduro achaca los males de la nación a lo que él califica de guerra comercial liderada por Estados Unidos, y acusa a Washington de imponer paralizantes sanciones en un intento de hacerse con el control de Venezuela bloqueando su capacidad de vender petróleo. El líder socialista tiene apoyo internacional de países como China, Rusia, Cuba, Irán y Turquía.
Maduro quiere gran parte del oro venezolano almacenado en el Banco de Inglaterra. Ya había pedido acceder a las reservas antes de la aparición del coronavirus, y recientemente renovó su solicitud señalando que su gobierno canalizaría el dinero obtenido con la venta a través de un brazo de Naciones Unidas solo para combatir la pandemia en la nación.
Según Camilleri, el analista en Washington, existe un escepticismo generalizado acerca del supuesto plan de Maduro para utilizar el oro.
“Maduro estaba tratando de conseguir ese dinero para él antes de regresar con el nuevo reclamo de que era para aliviar el COVID-19", afirmó.
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El periodista de The Associated Press Scott Smith está en Twitter en: @ScottSmithAP