Irak detuvo el viernes cerca de Bagdad a combatientes de una facción iraquí pro-Irán, por disparar cohetes contra intereses estadounidenses, un hecho inédito en un país que se debate bajo la influencia de dos enemigos declarados, Irán y Estados Unidos.
Desde octubre pasado, al menos 33 ataques fueron cometidos contra soldados o diplomáticos estadounidenses en Irak. El anterior gobierno iraquí apenas condenó estos ataques y afirmó que nunca pudo hallar a sus responsables.
Pero esta vez la situación sí preocupa al nuevo gobierno del primer ministro Mustafá al Kazimi, en el poder desde hace dos meses, que ha prometido firmeza ante esos hechos.
Tanto para Washington como para los expertos, los responsables de estos ataques son las facciones radicales pro-Irán. En especial, las Brigadas de Hezbolá, consideradas como la "tercera fuerza" del "eje iraní" en Medio Oriente, detrás de los Guardianes de la Revolución iraníes y del Hezbolá libanés, debido al número y alta preparación militar de sus milicianos.
- Grupos de élite -
Una fuente del gobierno y dos funcionarios de seguridad dijeron que 14 hombres fueron arrestados en un vecindario al sur de la capital, donde mantenían varias plataformas de lanzamiento de cohetes.
La operación la llevaron a cabo unidades de élite iraquíes antiterroristas, consideradas cercanas a Estados Unidos.
Según esas fuentes, los 14 detenidos pertenecían a las Brigadas de Hezbolá, la facción más radical proiraní del país. Sin embargo el ejército iraquí aludió a esas detenciones pero sin mencionar la filiación de los combatientes arrestados.
Las Brigadas de Hezbolá tienen un pie en el Estado iraquí y otro fuera: aunque operan --como en Siria-- fuera del control estatal, integran una parte del Hashd Al Shaabi, una coalición de paramilitares pro-Irán integrados en las fuerzas de seguridad regulares de Irak.
El Hashd, que combatió al grupo Estado islámico (EI) junto a las tropas iraquíes y a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, se ha convertido en una institución imprescindible, que cuenta con decenas de miles de combatientes y tiene el segundo mayor bloque parlamentario de Irak. El Hashd asegura no tener ninguna relación con quienes disparan los cohetes.
En cambio, las Brigadas de Hezbola se congratulan --sin reivindicarlos-- de esos ataques contra las "fuerzas de ocupación" estadounidenses y británicas.
- "Padrinos" -
Tras las detenciones de este viernes uno de los portavoces de las Brigadas, Abu Ali al Askary, amenazó, en un comunicado: "El monstruo Kazimi ha querido (...) hacer una nueva ofrenda a sus padrinos estadounidenses".
"Estamos listos" agregó.
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán, enemigos declarados que compiten por la influencia en Irak, se han intensificado en los últimos meses.
El asesinato, a principios de enero, del general iraní Qassem Soleimani en Bagdad , así como el del iraquí Abu Mehdi Al Muhandis, jefe operativo del Hashd, hizo temer un conflicto abierto.
Desde entonces, Irak adoptó un nuevo gobierno, supuestamente más próximo de Estados Unidos. El Hashd ha apoyado asimismo la formación del gobierno de Kazimi, para hacer frente a la peor crisis económica que padece Irak.
Y prueba de que Kazimi está dispuesto a cooperar con un Hashd que reconoce su autoridad es el hecho de que los 14 detenidos fueron entregados para ser interrogados a los temibles servicios de seguridad del Hashd, según uno de sus responsables.
Con todo, los soldados estadounidenses, que el año pasado sumaban 5.200 antes de que cientos de ellos fueran retirados debido a los ataques con cohetes y el nuevo coronavirus, se enfrentan a una decisión de expulsión aprobada por el Parlamento iraquí pero que nunca fue implementada.
Precisamente Washington y Bagdad iniciaron el 11 de junio un "dialogo estratégico" para fijar el destino de estos soldados.
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