La Cámara de Representantes de Estados Unidos vota el viernes para hacer de la capital, Washington DC, el estado número 51 de la nación, un reclamo histórico que puede quedar como un logro simbólico ya que el Senado de mayoría republicana probablemente no lo apoye.
"Durante más de dos siglos, a los residentes de Washington DC se les ha negado su derecho a participar plenamente en la democracia y (...) corregiremos esta grave injusticia", dijo la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, en un evento el jueves junto a la alcaldesa del distrito federal, Muriel Bowser.
Más de 705.000 estadounidenses viven en Washington DC, un bastión demócrata con una población mayor a dos estados del país, Wyoming y Vermont.
El 45% de los residentes de la capital federal son negros, una proporción más alta que en cualquier estado del país.
Bowser dijo que los habitantes de Washington pagan impuestos, sirven en el ejército, tienen negocios y crían hijos y, sin embargo, están privados de sus derechos porque no tienen representación electoral en el Congreso.
"Este es un error histórico. Debe corregirse", dijo la alcaldesa. "Nací aquí sin voto (en el Congreso), pero juro que no moriré aquí sin voto", agregó.
El tema de convertir a Washington DC en un estado no se vota en la Cámara baja desde 1993, y el viernes podría ser la primera vez en ser aprobado parcialmente en el Congreso.
Los estados de Maryland y Virginia cedieron tierras en la década de 1780 para la creación de una capital federal a lo largo del río Potomac. Washington, el Distrito de Columbia, se convirtió en la capital permanente de Estados Unidos en 1790.
De aprobarse esta iniciativa, el nuevo estado se llamaría Washington Douglass Commonwealth, tomando el nombre del primer presidente de la nación, George Washington, y el prominente abolicionista negro Frederick Douglass.
Pero es altamente improbable que esto se concrete por ahora.
El presidente Donald Trump ha expresado su oposición al estado de Washington DC, y se espera que los republicanos que controlan el Senado ignoren la medida.
Trump también se ha enfrentado repetidamente con Bowser debido a las protestas tras el asesinato el mes pasado del afroestadounidense George Floyd por policías blancos en Minneapolis.
Después que Trump desplegó personal de seguridad federal para dispersar por la fuerza a quienes se manifestaban contra el racismo y la brutalidad policial frente a la Casa Blanca, muchos dijeron que había llegado la hora de que Washington tuviera la misma autonomía que el resto de los estados para decidir sobre estos temas.
El legislador de Maryland Steny Hoyer, uno de los principales demócratas de la Cámara de Representantes, dijo que sería "antiestadounidense" no apoyar el fin de la privación de derechos a tantos ciudadanos.
"La ciudadanía parcial no es una opción", dijo en relación a la "estadidad del Distrito de Columbia".
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