El optimismo de íconos de lucha por derechos civiles en EEUU

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CINCINNATI (AP) — Bob Moses dice que Estados Unidos está a las puertas de una gran transformación, tal vez tan impactante como la guerra civil del 1800 en torno a la esclavitud y el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960, del que fue uno de sus líderes.

“Lo que estamos viviendo como nación se dio solo un par de veces en nuestra historia”, dijo Moses. “Esta es una época en que la nación entera está virando, pero nadie sabe exactamente en qué dirección”.

Moses, quien tiene 85 años, fue una de tantas personas, blancas y negras, que se expusieron a ser detenidos, agredidos e incluso asesinados por su papel en las batallas contra la segregación racial y a favor del derecho al voto en el sur del país. La Associated Press les pidió a algunos de los grandes referentes de esas luchas que opinen sobre las protestas actuales derivadas de las muertes de dos individuos afrodescendientes a manos de la policía en Minneapolis y Atlanta.

“Vivimos una tormenta perfecta”, dijo Jesse L. Jackson, estrecho colaborador de Martin Luther King Jr. “Tienes el COVID-19, tienes el ‘código azul’ (una alusión a la brutalidad policial), tienes pobreza y tienes a Trump”.

Distintos estudios indican que las personas afrodescendientes sufren con más intensidad el impacto del coronavirus, de la desaceleración económica que produjo y del maltrato policial, y las encuestas señalan que la mayoría se oponen al presidente Donald Trump, quien es republicano. Jackson destacó que no solo la población negra está saliendo a las calles.

“Es un movimiento más grande, más amplio y más global”, afirmó Jakcson, de 78 años.

Bobby Seale, de 83 años y cofundador del Partido de las Panteras Negras en 1966, dijo que las manifestaciones de hoy le parecen “fantásticas” porque atraen cientos de miles de personas, muchas más que las que había en su época.

“Me encanta”, manifestó Seale sonriendo desde su casa en Oakland.

Andrew Young, otro estrecho colaborador de King, se maravilla ante el tamaño de las movilizaciones y su espontaneidad. Young, quien fue legislador nacional, alcalde de Atlanta y embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, recordó que tomó tres meses organizar una movilización en Birmingham, Alabama, en la que King y otros manifestantes fueron detenidos. Contó que solo participaron algunos de los 500 manifestantes que deseaban reunir.

“Nuestra movilización fue intrascendente”, comentó Young, quien tiene 88 años, agregando que una carta que escribió King desde la cárcel y un boicot económico dieron mejores resultados.

James Meredith, quien cumple 87 añoso el jueves, siente que tiene una misión divina, que es acabar con la supremacía blanca. Hablando desde su casa en Jackson, Mississippi, dijo que el que una muchacha haya filmado la muerte de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis es una señal de Dios. El video, sostuvo, enfoca la atención en la continua violencia contra las personas de raza negra.

“Siempre se piensa que ya terminó (la opresión), pero sigue pasando desde hace 500 años, una y otra vez”, manifestó Meredith, el primer estudiante afrodescendiente que tuvo la Universidad de Mississippi en 1962, en medio de violentas protestas de gente blanca. En 1966 sobrevivió a un episodio en el que un hombre blanco le disparó durante una “marcha contra el miedo”.

El activista de San Luis Percy Green dijo que las protestas de la década del 60 tenían objetivos claros.

“Esto de hoy es algo impulsivo”, expresó Green, de 84 años y otro veterano de la lucha por los derechos civiles. “Van a tener que seguir adelante para que haya cambios”.

Green y Seale dijeron que el movimiento actual tiene que enfocarse en llevar más gente a las urnas en las elecciones de noviembre.

Jackson acotó que los manifestantes deben ampliar sus reclamos, que no tendrían que limitarse a reformas policiales.

“Lo que me preocupa es que el tema de la policía es la epidermis, la capa exterior de nuestra crisis”, declaró. “El racismo está adentro, no se limita a la policía”.

Seale, quien fue acusado de promover desmanes durante una convención nacional demócrata en Chicago, advirtió que las movilizaciones “tienen que ser pacíficas. No creo en los disturbios”.

Young pronosticó que “surgirá un nuevo consenso acerca de cómo mantener la ley y el orden en una sociedad civilizada. Esto recién empieza. No creo que nadie tenga idea de la magnitud del cambio que se viene”.

Moses es más cauteloso. Dice que ya en el pasado hubo progresos seguidos de retrocesos. Pero apunta que la imagen de la muerte lenta de Floyd cuando un policía blanco le puso una rodilla en el cuello es una imagen que conmueve al país entero.

“Recién cuando sales de la presión de la profundidad del océano te das cuenta de que estabas en esas profundidaes”, expresó. “Me da la impresión de que mucha gente se sorprendió al descubrir que ha estado nadando en un mar bien profundo sin saberlo”.

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Contreras informó desde Río Rancho, Nuevo México. Los reporteros de la Associated Press Sudhin Thanawala (Atlanta) y Emily Wagster Pettus (Jackson, Mississippi) colaboraron en este despacho.

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