Expresidentes latinoamericanos critican la candidatura de EE.UU. a la presidencia del BID

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Fotografía tomada el pasado 17
Fotografía tomada el pasado 17 de enero en la que se registró a Mauricio Claver-Carone, candidato de Estados Unidos a l presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, durante una entrevista con Efe, en Lima (Peru). EFE/Paolo Aguilar/Archivo

Santiago de Chile, 18 jun (EFE).- Cinco expresidentes latinoamericanos criticaron este jueves a través de una carta la propuesta de un candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por parte de Estados Unidos, contraviniendo la tradición no escrita de que sea una persona del resto del continente.
La misiva fue firmada por el exmandatario chileno Ricardo Lagos (2000-2006), el brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), el uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), el colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) y el mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000).
El texto expresa la reticencia por la postulación de la Casa Blanca a la presidencia del BID, actualmente con el colombiano Luis Alberto Moreno al cargo, de Mauricio Claver-Carone, un funcionario de origen cubano nacido en Miami (EE.UU.), que actualmente es el director para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional del Gobierno de EE.UU..
"Deseamos manifestar nuestra profunda preocupación y desacuerdo con tal propuesta", alegaron los firmantes.
Los expresidentes apelaron a la declaración del exmandatario estadounidense Dwight David Eisenhower (1953-1961) ante las Naciones Unidas en la que señaló que el éxito del BID radicaría en que la presidencia la ostente un latinoamericano.
"Implica una ruptura de la norma no escrita, pero respetada desde su origen, por la cual el BID, por razones, entre otras, de eficiencia financiera, tendría su sede en Washington, pero a cambio siempre estaría conducido por un latinoamericano. Este fue el espíritu del compromiso del propio presidente Eisenhower", indicaron sobre la candidatura de Claver-Carone.
Los expresidentes apuntaron también que se trata de "un quiebre, con obvias derivaciones políticas, en el quehacer de uno de los instrumentos más eficaces para la convivencia hemisférica" como es el BID.
Además de aludir a este asunto protocolar, los exjefes de Estado de países latinoamericanos apuntaron a una intención política de Estados Unidos y agregaron que "no anunciaría buenos tiempos para el futuro de la entidad".
"Respetuosamente exhortamos a los otros socios del BID a oponerse a la acción emprendida por el gobierno de los Estados Unidos, recordando que se han planteado alternativas de la región en una decisión que reclama hacerse con ponderación y realismo", dijeron en busca de más apoyos a su crítica.
Sin embargo, desde Sudamérica, el Gobierno brasileño del ultraconservador Jair Bolsonaro ya anunció su respaldo a la candidatura de Claver-Carone a la presidencia de la institución financiera multilateral.
"El Gobierno brasileño recibió positivamente el anuncio del firme compromiso del Gobierno de Estados Unidos con el futuro del Banco Interamericano de Desarrollo mediante la postulación de una candidatura estadounidense a la presidencia de la institución", según un comunicado divulgado conjuntamente por los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores de Brasil.
Desde su creación en 1960, el BID ha sido presidido por ciudadanos de países de América Latina: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005), y el colombiano Luis Alberto Moreno, del 2005 hasta la actualidad.
Por ese motivo, y en medio de la crisis sanitaria y económica que amenaza al continente americano por el coronavirus SARS-CoV-2, los firmantes de la misiva señalaron que "no es hora de complicar aún más el difícil episodio que América Latina y el Caribe enfrentan debido a la pandemia y sus gravísimas consecuencias económicas y sociales".
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el continente americano registra más de 4 millones de personas contagiadas y 209.292 fallecidos por la COVID-19, con Estados Unidos y Brasil como los países más afectados del mundo.

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