LAS VEGAS (AP) — Shakur Stevenson terminó la semana más rara en su vida boxística de una manera más habitual: con una victoria en una pelea que dominó ampliamente.
El estadounidense noqueó al puertorriqueño Félix Caraballo con un puñetazo al cuerpo en el sexto asalto del combate del martes, que representó el primer gran evento de boxeo en Estados Unidos desde que sobrevino la pandemia de coronavirus.
Stevenson (14-0 con ocho nocauts) es campeón pluma de la Organización Mundial de Boxeo. Entrenó y vivió aislado durante los días previos al pleito.
Incluso así, dio una exhibición impresionante en su pelea ante el veterano boricua, en la que no estaba en juego el título. El combate coronó el regreso del boxeo a su capital, aunque sin un solo espectador en el centro de conferencias del complejo del casino MGM Grand.
“Es un ambiente distinto”, dijo Stevenson. “También perder peso fue diferente. Entrenar en general fue diferente, y pelear sin público. Lo estuve cazando con buenos golpes, y era raro no escuchar exclamaciones de ‘¡Oh!’ o ‘¡Ah!’ de la multitud”.
Tras una parálisis de tres meses en el boxeo de alto nivel la promotora Top Rank retomó la actividad con cinco peleas en ESPN. Aunque prácticamente todos los pleitos fueron desiguales, los favoritos brindaron momentos entretenidos para un público ávido de boxeo.
Stevenson derribó a Caraballo, quien puso una rodilla en la lona, en el primer round. El medallista olímpico de plata siguió haciendo daño a su contrincante en el resto de la pelea.
Se lastimó la mano izquierda en el quinto asalto, pero finalizó la contienda con precisión, a la mitad del sexto, cuando penetró la guardia de Caraballo con un derechazo a un costado antes de asestar un zurdazo directamente al plexus solar del boricua, quien se desplomó.
“Mi objetivo era sacarlo de ahí”, dijo Stevenson. Lo golpeé con todo lo que pude desde el comienzo. Hice que se tambaleara un par de veces. Se llevó mucho castigo, comencé a darme cuenta de que los golpes a la cabeza no lo iban a noquear. Así que comencé a pegar más al cuerpo".
Stevenson, quien cumple 23 años este mes, vistió una camiseta del movimiento “Black Lives Matter”, lo mismo que Jared Anderson, de la categoría de los pesados.
Estaba previsto que Mikaela Mayer peleara en esta función. Sin embargo, la estadounidense debió abandonar la pelea ante Helen Joseph desde el domingo, cuando dio positivo de COVID-19.
Mayer no ha presentado síntomas, pero permanece en cuarentena. Su resultado positivo obligó a que Stevenson peleara sin el entrenador Kay Koroma, quien labora también con Mayer.
La cartelera comenzó con un impresionante triunfo del cubano Robeisy Ramírez, dos veces campeón olímpico. En su cuarto combate como profesional, Ramírez (3-1 con tres nocauts), derribó dos veces al dominicano Yeuri Andújar en los primeros 48 segundos.
Ramírez es el último boxeador que ha derrotado a Stevenson. Se impuso por puntos en la final gallo de los Juegos de Río de Janeiro 2016.
En julio de 2018, desertó de la delegación cubana y firmó con Top Rank. Cayó por decisión dividida el año pasado, en su debut, pero repuntó con tres triunfos en fila por nocaut.
Ha dicho que pretende enfrentar a Stevenson de nuevo.
En los pesados, el italiano Guido Vianello noqueó a Donald Haynesworth, con 44 segundos restantes en el primer asalto.