NACIONES UNIDAS (AP) — La presidenta del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas pidió el martes acciones urgentes para ayudar a los cada vez más países que ya sufren o corren el riesgo de sobrendeudamiento por el impacto económico de la pandemia del coronavirus.
La embajadora noruega ante la ONU, Mona Juul, que preside el organismo de 54 países, dijo en una reunión sobre financiamiento y recuperación de la crisis que la decisión de las 20 mayores potencias económicas del mundo de congelar hasta final de año los pagos de deuda para los países más pobres del mundo no es suficiente.
La congelación anunciada por el Grupo de los 20 liberará unos 11.000 millones de dólares hasta final de año, pero se estima que los países afectados tienen otros 20.000 millones de dólares en deuda multilateral y comercial que vencen en 2020.
Eso implica que incluso si la moratoria se ampliara a 2021, “muchos países tendrán que tomar decisiones difíciles entre pagar su deuda, combatir la pandemia e invertir en recuperación”.
Eric LeCompte, director ejecutivo de Jubilee USA Network, una alianza de más de 75 organizaciones estadounidenses y 700 comunidades religiosas que trabajan para conseguir alivio de deuda, criticó duramente las resistencia de los acreedores privados, prestamistas comerciales y bancos a participar en las llamadas a aliviar la deuda, pese a las peticiones del G20, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Estados Unidos.
“Debido a la enormidad de la crisis y a los desafíos en el largo plazo que podrían enfrentar los mercados, el hecho de que algunos bloques de acreedores comerciales y privados no estén participantes (...) es incomprensible”, dijo en la reunión virtual.
LeCompte dijo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe actuar “dado que la crisis podría devastarnos a todos, países pobres y los mercados”.
Pidió al Consejo de Seguridad que siga “su precedente de 2003, cuando protegió los activos de Irak de los pagos de acreedores, y tome ahora de inmediato la misma decisión para los 73 países que más necesitan su protección para instar a los acreedores privados a sumarse al G20”.
“Esta decisión protegería los activos de estos países y exigiría que el alivio de deuda de los acreedores bilaterales oficiales no se utiliza para pagar la deuda de acreedores privados”, dijo LeCompte.