Una larga lucha por la igualdad hace posible el matrimonio gay en Costa Rica

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El activista Marco Castillo (d),
El activista Marco Castillo (d), de 76 años, fue registrado al conversar con su pareja, Rodrigo (i), en su oficina de trabajo, en San José (Costa Rica). EFE/Jeffrey Arguedas

San José, 25 may. (EFE).- Hace más de tres décadas Marco Castillo inició un camino hacia la igualdad, lleno de rechazos, obstáculos, pero también de satisfacciones y logros, el último de ellos el matrimonio igualitario en Costa Rica, que entrará en vigor el martes por orden de la Sala Constitucional.
El abogado, notario y activista, de 76 años, es quizás la cara más reconocida a nivel nacional por su lucha a favor de los derechos humanos de la población LGBTI. Esta travesía le ha costado represalias, señalamientos y una sanción como profesional.
"Recuerdo que antes cuando salía en televisión (a dar declaraciones) pedía que me taparan la cara, para evitar represalias y era de los pocos que se atrevían a hablar sobre el tema", dijo entre risas.
Este martes, parte de su esfuerzo será compensado con la entrada en vigencia por orden de la Sala Constitucional del matrimonio civil entre personas del mismo sexo, que le permitirá a estas parejas recibir los mismos beneficios que cualquier otro matrimonio.
Castillo también celebrará esta fecha histórica casándose con Rodrigo, su pareja desde hace siete años.
Ellos serán la primera pareja homosexual de Costa Rica en casarse en un Juzgado de Familia. Sin embargo, el Estado también tramitará más de 50 documentos que actualmente hacen fila en el Registro Civil.
"Con Rodrigo, me ha unido una gran sintonía por la lucha social, sobretodo a nivel centroamericano, donde él se ha enfocado. Eso nos ha dado una gran solidaridad, empatía y solidez y por eso nos vamos a casar. Nos casamos por amor y por una cuestión política de que tenemos derecho a casarnos por un juez de familia", expresó Castillo en una entrevista con Efe.
Durante todos estos años, Castillo también ha contado con el apoyo "solidario e incondicional" de su familia, hermanos, y amistades tanto de la diversidad sexual como heterosexuales, con quienes ha compartido sus faenas por la equidad social. Además, de su anterior pareja que durante 22 años lo acompañó hasta que falleció debido al cáncer.
Castillo se encuentra pensionado pero continúa como activista. Actualmente, es presidente de la Oficina Interseccional Pro Derechos Humanos- aunque la lista de asociaciones en las que ha participado es inmensa- y asegura que seguirá aportando su grano de arena hasta que pueda, ahora desde una trinchera más enfocada en las personas transexuales, quienes sufren discriminación en su hogar, en los empleos y tienen poco acceso a educación.
"Personalmente para mí ha sido gratificante llegar hasta aquí hoy", manifestó Castillo.
Este ímpetu por la causa, que ha defendido en las calles y en los juzgados, le ha llegado a afectar su carrera profesional, luego de que un juez lo suspendiera por 13 años para ejercer el notariado.
En el año 2015, Castillo casó a dos mujeres: Jazmín Elizondo y Laura Florez, aprovechando un error registral en el que una de ellas aparecía como de género masculino. Un Juzgado Notarial anuló el matrimonio y calificó la acción como un fraude.
"Apelé desde el mes de febrero y no he obtenido respuesta", manifestó Castillo, quien añadió que eso significa que la sentencia todavía no está en firme.
Jazmín y Laura conocieron a Castillo por recomendación de una amiga, habían escuchado hablar sobre él, pero nada más.
"Cuando le conté el caso no titubeó, creo que fue muy valiente en comerse la bronca (...) estamos muy agradecidas con él, de que se haya atrevido a ir contra el sistema", afirmó Laura Florez a Efe.
La semana pasada una jueza anuló esa boda, lo que fue un duro golpe para la pareja y que le deja un sabor "agridulce" a poco tiempo de que el matrimonio igualitario sea una realidad en el país. Ambas presentaron un recurso de amparo y están a la espera de una respuesta.
"Es una victoria agridulce porque es un derecho que se ganó para todo el mundo, pero esto (la anulación) en lo personal nos afecta directamente (?) es molesto y engorroso, estamos tristes de recibir la noticia sin estar casadas en el Registro Civil como hemos estado en los últimos cinco años, es borrar lo que esta familia ha construido en cinco años", lamentó Florez.
UNA LARGA LUCHA CADA VEZ CON MÁS LOGROS
"Nunca imaginamos que esto iba a pasar", dijo a Efe Alejandro Zúñiga, quien tras 21 años de relación con su pareja Juan Carlos Camacho, espera hacer realidad pronto el sueño de casarse.
Al igual que para muchas otras, para esta pareja ha sido una extensa espera en la que han contado con el apoyo de sus amigos y familia, y también de Dios, que para ellos es una pieza fundamental en sus vidas.
"Somos creyentes y mi Dios es lo primero antes de hacer cualquier cosa. Él nos ama como somos y nos creó como somos", afirmó Camacho.
En Costa Rica, el movimiento que abogó por los derechos de las personas gais inició en los años 70 con la creación de la Asociación Proderechos de la Homosexualidad, posteriormente a finales de los años 80 cuando llegó la pandemia del VIH-SIDA, empezó a ser mayor la represión hacia la población homosexual.
Según cuenta el abogado Castillo, a los hombres homosexuales se les detenía en las discotecas y bares, y las autoridades les realizaban una prueba obligatoria. Es a partir de ese momento que surgieron más organizaciones para visibilizar la igualdad de derechos para esta población.
La situación ha cambiado a través de los años y actualmente, Costa Rica es considerado como uno de los países más tolerantes y avanzados de Latinoamérica en la materia.
Según un informe de Acnur, a pesar de los cambios en el contexto de desplazamiento forzoso en la región, "Costa Rica ha mantenido su tradición de respeto de los Derechos Humanos y acogida a las personas refugiadas entre ellas personas LGTBIQ".
Castillo asegura que Costa Rica no es "un oasis" sino más bien un país ejemplo en una región centroamericana que "todavía es muy homofóbica y machista, y donde hay muchos crímenes de odio".
Entre los logros alcanzados por Costa Rica en los últimos años se encuentran la visita conyugal a las cárceles, que las parejas del mismo sexo puedan darse muestras de cariño en lugares públicos, la aceptación de cambio de nombre para los transgénero y el reconocimiento de la pareja para efecto de recibir el beneficio de la pensión.
Además, existe el aseguramiento para este tipo de parejas en la Caja Costarricense del Seguro Social, opciones educativas especiales para personas transgénero, así como la aplicación de reglamentos en el sector público para la igualdad en derechos y beneficios laborales.
"Creo que el mayor logro que hemos tenido es que esto se hable públicamente, el hecho que se hable en la prensa, en la televisión, en la radio, en la calle, en la Asamblea Legislativa, en el Gobierno, que se discuta nuestra realidad a favor o en contra. El matrimonio igualitario es un gran logro, pero no es la equidad completa, seguiremos luchando", sentenció Castillo.
María José Brenes

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