El trofeo de la Liga Premier inglesa debería estar ya en las manos de Tom Werner. En esta semana que concluye debió haberse realizado un desfile triunfal por las calles de Liverpool.
En vez de ello, continúa la espera para cortar una sequía de títulos que llega ya a 30 años.
Y Werner, el presidente del Liverpool, analiza los procedimientos de salud que se requieren tan sólo para considerar si su equipo puede unirse con seguridad para practicar de nuevo. Luego, podrán darse pasos tentativos para reanudar la campaña durante la pandemia de coronavirus.
“Leyendo los protocolos, trato de absorber palabras que ni siquiera pensé conocer hace un mes”, dijo Werner. “Distanciamiento social... y todas esas cosas”.
Pero hay otras palabras más temidas por los seguidores del club rojo: “cancelación”, “nulo” o “desierto”, si se toma la decisión de dar por concluida la campaña sin declarar campeón.
Sólo una crisis mundial de salud ha podido frenar lo que parecía una marcha inexorable del Liverpool hacia la coronación. Los dirigidos por Jürgen Klopp habían tomado una ventaja inédita de 25 puntos sobre su más cercano perseguidor antes de que la liga se suspendiera abruptamente en marzo, cuando restaban nueve fechas para el final.
“Hay un hueco en las vidas de muchas personas”, dijo Werner a The Associated Press. “El fútbol es crucial para sus sueños y esperanzas. Y ciertamente, en lo que respecta al Liverpool, estamos jugando un fútbol magnífico y nos encontramos a tan sólo dos partidos de ganar el trofeo. Pero sí pongo en perspectiva esto... La gente está sufriendo, ya sea por la pérdida de seres queridos, por enfermedad o porque lidia con este desempleo”.
La semana próxima, Werner ayudará a llenar el vacío dejado por el fútbol y aportará una oportunidad de reír, cuando se estrene en las pantallas británicas “The First Team”, una serie de comedia que él mismo produjo para la BBC.
“Especialmente ahora, cuando no hay fútbol en directo, esto será un verdadero bálsamo para la gente, a fin de que tenga algo de diversión que gire en torno de historias del fútbol", comentó.
Pero Werner espera que su equipo de la vida real vuelva pronto a divertir también, al coronarse en la Premier —aunque sea un poco después de lo previsto.
“Va a haber un pequeño factor de riesgo, pero éste es un conjunto muy saludable... Y va a haber pruebas frecuentes”, aseveró Werner. "Lo más importante es que, si los científicos y el gobierno consideran que esto es inseguro, no habrá fútbol. Pero ojalá que ideemos alguna forma de jugar.
Completar la temporada de 38 partidos sería ideal para Werner, en vez de que el equipo se coronara sin patear otro balón, como ocurrió con el París Saint-Germain en Francia.
“Lo más importante es si podemos dilucidar una manera de hacer que estos partidos se disputen, porque pienso que eso sería bueno para el país”, comentó. “Levantaría la moral de la gente y le daría algo que esperar y una percepción de regreso a la normalidad”.
Casi 37.000 personas han muerto en Gran Bretaña por COVID-19 desde el 11 de marzo, cuando Liverpool disputó su último partido. En aquella jornada, la Organización Mundial de la Salud declaró que el coronavirus era una pandemia, y Anfield recibió la visita del Atlético de Madrid en la Liga de Campeones.
Cientos de personas siguen muriendo diariamente por el padecimiento en Gran Bretaña, aunque el índice de infecciones está declinando.
La Premier cuenta con el respaldo del gobierno en sus intentos por retomar los partidos en un mes. Sin embargo, ha habido discusiones con dirigentes como Werner, quienes advierten de los riesgos de no completar la temporada.
Apenas en esta semana que termina, los jugadores del Liverpool volvieron a las prácticas —en grupos de menos de cinco integrantes—, después de ser analizados para descartar que portaran el coronavirus. Los protocolos para permitir el entrenamiento con contacto físico se definen apenas, en momentos en que las reglas de distanciamiento social siguen vigentes para el resto del país.
Pero si hay evidencia de que la relajación del confinamiento, dispuesta hace un par de semanas, lleva a un alza en el número de casos de COVID-19, habría que poner una pausa en el Proyecto Reanudación de la liga.
“Lo más importante es la seguridad. Sí pienso que los protocolos en los que trabaja la Liga Premier significan, como alguien dijo, que es probablemente más seguro jugar a puertas cerradas que ir a un supermercado”, indicó Werner.
Si se entrega el trofeo de la Premier, ello no ocurrirá frente a los aficionados de Liverpool. Las concentraciones masivas seguramente seguirán prohibidas para entonces.
“Todos estamos en una situación terrible”, lamentó Werner. “Ojalá que algún día haya una vacuna y podamos regresar a la alegría de estar en un estadio viendo la elegante forma de jugar de los grandes futbolistas”.
Werner reconoce que habrá “desafíos financieros”. Liverpool se perderá los ingresos en taquilla, y la Premier se dispone a reembolsar cientos de millones de dólares a las cadenas televisivas, por la alteración del calendario.
Pero el dirigente de los Reds sí espera que cada club pueda emplear su estadio para los encuentros — en vez de jugar en canchas neutrales, la opción preferida por la policía. Esa posibilidad de estar en casa dependerá de que los hinchas acaten las reglas de distanciamiento social y no sucumban a la tentación de reunirse afuera de los recintos para estar lo más cerca que se pueda de la acción.
“Esto va a depender del gobierno, pero su meta principal es la seguridad de todos”, recalcó Werner. “Espero que los partidos se jueguen en el estadio de cada equipo. Pero independientemente de dónde se realicen, pienso que la gente debe acatar las órdenes de la policía”.
En las primeras dos semanas de la cuarentena, Liverpool decidió colocar bajo licencia a algunos empleados, ajenos al área deportiva, con el fin de abatir costos. Revirtió la decisión ante las críticas de los aficionados por el uso de ayuda del Estado.
El club ha mantenido también la financiación de tareas comunitarias, desde el apoyo a hinchas que sufren problemas mentales hasta donaciones a bancos de alimentos.
“Es mejor admitir un error que seguir arrastrándolo”, consideró Werner. “Ojalá que la gente sepa que lo que nos importa más es apoyar a los aficionados, a los jugadores y a nuestro club en una manera que sea sustentable”.
En octubre se cumplirán 10 años desde que Werner formó parte de una compra de acciones del Liverpool, como parte del Fenway Sports Group, encabezado por John Henry. Ese conglomerado incluye a los Medias Rojas de Boston.
Hasta ahora el mejor momento durante la gestión de Werner es sin duda la coronación en la edición anterior de la Liga de Campeones. Pero más que el triunfo sobre el Tottenham en la final, el dirigente recuerda la paliza de 4-0 al Barcelona en las semifinales en Anfield, para revertir el 3-0 del cotejo de ida.
“Aquél es el evento deportivo más grande que he visto”, recalcó. “La reacción que tuvieron aquel día los hinchas en el estadio y en todo el mundo es algo que recordaré el resto de mi vida”.
Ahora, espera que no pase mucho tiempo para lograr nuevas hazañas.
“Pensé que jamás experimentaría algo así”, dijo Werner en referencia a los festejos del año pasado por la conquista de la sexta copa de Europa por parte del club. “Pero luego alguien me dijo: ‘bueno, si ganamos la Premier, este desfile parecerá pequeño’”.
La coronación y desde luego el desfile, dependen ahora de la situación sanitaria en Reino Unido.