Comicios en Surinam determinarán el futuro del condenado presidente Bouterse

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Surinam realiza el lunes comicios legislativos que serán cruciales para determinar si el presidente Desi Bouterse, condenado a 20 años de prisión por el asesinato de opositores en 1982, ejercerá un tercer mandato.

En el sistema político surinamés, el presidente es elegido por los 51 miembros de la Asamblea Nacional.

Los comicios tendrán lugar pese al confinamiento parcial impuesto por las autoridades para evitar la propagación del nuevo coronavirus y en medio de varios escándalos de corrupción así como de un panorama económico lúgubre.

Si el Partido Nacional Democrático (NDP) de Bouterse mantiene su estrecha mayoría en la legislatura, el mandatario de 74 años probablemente permanecerá en el poder.

- Asesinatos de diciembre -

Pero Bouterse es una figura controvertida. Cabeza de una dictadura militar en la década de 1980 que luego asumió como presidente democrático en 2010, fue condenado por un tribunal militar a 20 años de prisión por la ejecución de 15 opositores durante su gobierno de facto, en un hecho conocido como los "asesinatos de diciembre".

Bouterse apeló el fallo y su caso fue pospuesto hasta junio debido a la pandemia de coronavirus.

En 1999 ya había sido sentenciado a 11 años de cárcel por una corte holandesa por tráfico de cocaína, algo que él niega.

Tras permanecer alejado del poder por más de una década, Bouterse lo retomó en 2010 tras ser elegido presidente, lo que le dio protección contra una orden de arresto de Interpol.

Pero no lo salvó de ser condenado por la masacre de 1982.

Y aún si tras estos comicios fuera reelegido por la Asamblea Nacional, para lo cual necesita dos tercios de los votos, podría igualmente ir a prisión si no gana su apelación.

Los primeros resultados de la elección se esperan para el martes y el resultado oficial probablemente será declarado dentro de un mes. El nuevo presidente debe asumir antes del 13 de agosto.

- Temas de campaña -

El gobernante NDP basa la campaña electoral en su historial de impulso al bienestar social con la introducción de la obligatoriedad de los seguros de pensiones y de salud así como grandes proyectos de infraestructura y la entrega de tierras a los sin tierra.

No obstante, los partidos de oposición acusan al gobierno de Bouterse de varios escándalos de corrupción y han advertido que el país no puede permitirse los gastos que impulsa el NDP.

El legislador del Partido Progresista Reformista (VHP) Chandrikapersad Santokhi, principal rival de Bouterse ante quien perdió en los comicios de 2010 y 2015, es un exministro de Justicia y comisionado de policía que investigó los "asesinatos de diciembre".

Pero el principal tema de campaña de este país exportador de oro y petróleo ha sido la crisis económica.

La Asociación de Economistas de Surinam (VES), que acusa al gobierno de Bouterse de endeudar al país, instó a los electores a "votar por una buena gobernanza económica". El oficialista NDP acusa a la entidad de tener un sesgo opositor.

"En 2019, el gobierno gastó el doble del dinero que recibió", dijo Steven Debipersad, secretario de la VES, a la AFP.

"Tenemos un déficit fiscal de 7.000 millones de dólares surinameses (USD 930 millones)" y "nuestro país se ha endeudado tanto que peligran los pagos", agregó.

La agencia calificadora S&P estima que "el empeoramiento de los desafíos económicos, fiscales y financieros" para Surinam significa que arriesga una moratoria de su deuda.

Entre los escándalos de corrupción que persiguen al gobierno figuran dos de enero pasado que involucran al Banco Central.

- Voto étnico -

Otro jugador clave de las elecciones es el Partido de Desarrollo y Liberación General (ABPO) que lidera Ronnie Brunswijk, un antiguo jefe rebelde que libró una guerra civil contra Bouterse a fines de los años 1980.

Brunswijk representa a los "maroons", como se denomina a los descendientes de los esclavos africanos, y se ha aliado con el Partido Pertjajah Luhur (PL, que significa Imperio Glorioso en javanés), liderado por Paul Somohardjo y que representa a la población de origen indonesio.

En Surinam, un país multiétnico de 600.000 habitantes, los electores a menudo votan de acuerdo a su ascendencia.

Unas 380.000 personas están registradas para votar el lunes en medio de medidas de seguridad sanitaria para evitar la propagación del coronavirus.

El toque de queda se levantará entre las 11 y las 17 locales para la votación, que será observada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad del Caribe.

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