WINSTON-SALEM, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Los abogados de Zion Williamson, quieren que un juez federal en Carolina del Norte determine que una empresa de mercadeo que ha demandado por 100 millones de dólares al novato de los Pelicans nunca tuvo un contrato válido con él.
Prime Sports Marketing y su presidenta Gina Ford exigen una indemnización por incumplimiento de contrato de parte de Williamson y de sus representantes actuales en la Creative Artists Agency. El jugador se retiró de un acuerdo con Prime Sports antes de convertirse en la primera selección general en el draft de la NBA en 2019.
La moción fue presentada esta semana por John Wester, abogado de Williamson, ante la corte federal de distrito en Winston-Salem. Se centra en la Ley Uniforme de Agentes de Deportistas de Carolina del Norte.
Ese marco legal busca proteger a los deportistas amateur de agentes que tratan de aprovecharse de su falta de experiencia. Requiere que los agentes se encuentren registrados en el estado.
Asimismo, ordena que los contratos contengan una advertencia para los deportistas, a fin de que estén al tanto de que renuncian a su elegibilidad amateur y tienen 14 días para cancelar el convenio.
En un memorándum para respaldar su moción, Wester argumentó que el contrato de Prime Sports con Williamson no incluyó esas advertencias, que debían aparecer “visibles, con mayúsculas y negrillas”.
Wester afirma también que Ford, quien era el contacto principal de Prime Sports con Williamson y con su familia, no estaba registrada en Carolina del Norte.
“Estos estatutos reconocen la vulnerabilidad de los jóvenes deportistas-estudiantes, e intentan ayudar en su transición a los deportes profesionales al impedir conductas manipuladoras y ventajosas de agentes que los convierten en sus presas, aprovechando su inexperiencia y la de sus familias en la industria”, escribió Wester.
Los abogados de Ford presentaron este mes documentos en los que alegan que Williamson “se involucró en una conducta que lo volvió... inelegible para seguir siendo un estudiante-atleta”, antes de que el jugador se reuniera con la demandante para discutir contratos de patrocinio.
En teoría, la afirmación volvería discutibles los argumentos sobre la Ley Uniforme de Agentes de Deportistas, aunque no se han presentado evidencias para respaldar ese argumento.