WASHINGTON (AP) — El gobierno estadounidense está tratando de aprovechar una norma casi nunca usada que eximiría a las compañías de restricciones antimonopolio, a fin de evitar que el país vuelva a quedarse sin equipos médicos durante una pandemia.
Funcionarios iniciaron negociaciones el jueves con representantes de la industria con miras a un acuerdo de cinco años para garantizar el suministro futuro de materiales protectores, equipos médicos, medicinas y vacunas.
El acuerdo estaría cobijado por una cláusula del Acta de Producción para la Defensa que ha sido empleada sólo dos veces en el pasado, y que le permite al gobierno y a las corporaciones cooperar en temas de precios e inventarios sin violar las leyes antimonopolio, expresó Joel Doolin, funcionario de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA).
“Obviamente se podría aplicar a las actuales circunstancias, pero debido a que es un plan de cinco años permite establecer un diálogo y una relación con la industria para que podamos planificar para el futuro”, señaló Doolin, director de políticas, análisis y asuntos internacionales de la FEMA.
Actualmente se ha hecho evidente que Estados Unidos carecía de muchos de los suministros necesarios para combatir el coronavirus, muchos de los cuales se fabrican en el exterior.
En Estados Unidos, numerosos hospitales, compañías privadas, agencias del gobierno y gobiernos estatales se vieron sin mascarillas, batas, caretas y otros equipos necesarios para combatir el virus. En algunos casos las entidades competían para conseguir los materiales, lo que hacía subir los precios y agudizar el desabastecimiento.
La FEMA trabajó con empresas y otras entidades para conseguir decenas de millones de mascarillas N95 y otros equipos de distintas partes del mundo, a fin de poder distribuirlos por todo Estados Unidos. Al mismo tiempo, el presidente Donald Trump invocó una ley que data de la Guerra de Corea para obligar al sector privado a fabricar más respiradores y otros equipos.
Aun así, todos los estados y el Distrito de Columbia emitieron declaraciones de emergencia y rápidamente escasearon los suministros. Doolin afirmó que el acuerdo bajo negociación actualmente busca agilizar ese tipo de esfuerzos en el futuro.
“Dada la magnitud de lo ocurrido, creo que no sorprende a nadie que estamos tratando de ser proactivos y planificar mejor para el futuro”, manifestó Doolin en entrevista con The Associated Press.