Zimbabue, Zambia y Botsuana exhortaron este martes a los países de África austral a que ayuden a Mozambique a combatir la insurrección yihadista que siembra el terror desde hace dos años y medio en el extremo norte de su territorio.
Reunidos en Harare, los presidentes de estos tres países y el de Mozambique "exhortaron a los países de la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral) a apoyar al gobierno mozambiqueño en su combate contra los terroristas y los grupos armados".
Los jefes de Estado también "condenaron con firmeza los ataques armados y los sabotajes perpetrados por estos terroristas y estos grupos armados en algunos distritos de la provincia de Cabo Delgado", según un comunicado emitido al término del encuentro.
Desde octubre de 2017, grupos islamistas que se hacen llamar "Al-Shabab" (los jóvenes, en árabe) operan en Cabo Delgado, una provincia rica en yacimientos de gas.
Sus ataques contra la población y las fuerzas de seguridad ya han dejado más de 1.100 muertos, de ellos 700 civiles, según un recuento de la ONG Armed Conflict Location and Event Data Project (Acled). Según las autoridades, al menos 150.000 personas se han visto obligadas a huir del lugar.
El grupo Estado Islámico (EI) ha reivindicado en los últimos meses la mayoría de estas operaciones.
Pese a las promesas repetidas del régimen, el ejército y la policía mozambiqueños, ayudados recientemente por empresas de seguridad privadas, no han logrado instaurar el orden.
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