Expertos en insectos dicen que nadie debe tener miedo al enorme bicho apodado “avispón asesino”, salvo que uno sea una abeja o un apicultor.
Los avispones asiáticos gigantes que han acaparado titulares desde que aparecieron en el estado de Washington no son asesinos de seres humanos, aunque esto sí sucede en raras ocasiones. Pero decapitan colmenas enteras de abejas, y este insecto crucial para la polinización ya está en peligro.
Varios entomólogos dijeron a The Associated Press que la reacción exagerada les recuerda el susto que provocaron las abejas africanas, apodadas “asesinas”, cuando empezaron a migrar hacia el norte desde Sudamérica. Estas abejas agresivas que llegaron a Texas y el sudoeste no justificaron su apodo propio de una película de terror. Aunque sí matan gente en raras ocasiones.
Esta vez se trata de desmitificar al avispón con el apodo homicida.
“No son ‘avispones asesinos’. Son avispones, nada más”, dijo el entomólogo Chris Looney, del departamento de agricultura de Washington, quien participa de la búsqueda de los grandes insectos.
Los hechos son, según los expertos, que aparecieron dos avispones muertos en Washington en diciembre, se halló y eliminó un nido vivo en Canadá en septiembre y no se han visto avispones vivos este año.
Looney quiere enviar un mensaje a los estadounidenses: el avispón no viene por ti. “La cantidad de gente picada que necesita atención médica es increíblemente baja”, dijo en una entrevista.
El avispón (Vespa mandarinia) es realmente grande —llega a medir cinco centímetros (dos pulgadas)— y su toxina es abundante y fuerte.
“Es una picadura dolorosa para los seres humanos”, dijo el especialista Keith Delaplane, de la Universidad de Georgia. “Es como la abeja africana. Con una docena (de picaduras) uno está bien. Con 100, no tanto”.