NUEVA YORK (AP) — Una bailarina en Australia flota por el comedor en un hiyab. Otra salta en el aire en una azotea en las Filipinas. Otra más muestra su complicado juego de pies en el patio de su casa en Estados Unidos.
Ataviadas en tutús o camisetas, haciendo sus reverencias frente al horno de la cocina o árboles agitados por el viento, 32 bailarinas de 14 países se pusieron sus zapatillas para bailar ante una audiencia virtual a beneficio de la comunidad dancística afectada por la pandemia.
“Realmente sentí que era una oportunidad de unir al mundo de la danza y juntar esfuerzos. Sentí que podíamos tener más impacto de esa manera”, dijo Misty Copeland, la primera bailarina incluida en el video, a quien se le ocurrió la iniciativa con su antiguo colega Joseph Phillips.
“Swans for Relief” (Cisnes por Alivio) está diseñada para recaudar fondos para bailarines de todo el mundo que han perdido sus trabajos luego que las funciones de ballet, como la mayoría de los eventos públicos, se cancelaron para evitar la propagación del COVID-19.
“Una vez que te despiden de una compañía, es realmente difícil encontrar trabajo de nuevo dentro de esa o de otra compañía. Así que… empecé a contactar a mis amigos”, dijo Copeland a The Associated Press el martes en una entrevista por Zoom desde su casa en Nueva York. “Y fue sencillamente increíble que todo al que llamaba me decía, ‘¡Sí! ¡Cuenta conmigo!' De verdad me sorprendió”.
Copeland se asoció con la Entertainment Industry Foundation (EIF), con capital inicial proporcionado por K Period Media, para lanzar el programa. Se fijó una meta de 500.000 dólares para ayudar a bailarines de ballet a cubrir sus gastos de manutención, pues muchas compañías y recintos han cerrado.
Las 32 bailarinas en el video compilado representan a compañías de todas partes del mundo, incluyendo Cuba, México, China, Rusia, Filipinas, Suráfrica, Canadá y Estados Unidos. El clip, lanzado el miércoles, muestra a cada bailarina en casa haciendo los emblemáticos pasos de “La muerte del cisne”, con la pieza “Le Cygne” tocada por el chelista Wade Davis.
Tener un grupo diverso para el video era una prioridad para Copeland, la primera bailarina principal negra de su compañía, el American Ballet Theatre.
“Creo que eso es algo por lo que he estado luchando toda mi carrera, realmente mostrar una representación de cómo se ve el mundo dentro de la comunidad del ballet”, dijo. “Van a ver la diversidad en este filme. Pero también era importante para mí no sólo ir por las estrellas más grandes del ballet, sino buscar dentro de estas compañías y ver el talento, el talento emergente, y ver diversidad”.
Para Copeland, el video también representa una oportunidad para que el mundo del ballet reflexione sobre cómo interactúa con sus seguidores.
“Necesitábamos este reinicio como para dar un paso atrás y revaluar cómo hacemos las cosas, en especial para una forma de arte que realmente no depende tanto de las redes”, dijo Copeland. “Es hora de que aprendamos cómo existir en este mundo virtual por la comunidad del ballet. Así que creo que hay algo positivo en esto, y quizás sea sólo descubrir nuevas maneras de traerle el teatro a la gente para que alcance a más personas”.
Agregó: “Existen otras maneras que sólo entrar a un teatro, que quizás es algo que a la gente le dé un poco de miedo hacer por un tiempo”.