Por Wilfredo Pineda
IZALCO, El Salvador, 27 abr (Reuters) - Un grupo de trabajadores soldaba el lunes láminas de acero para cubrir por completo las puertas de las celdas en las que se recluyen a cientos de pandilleros en El Salvador con el propósito aislarlos y evitar la comunicación entre ellos.
Tras un inusual incremento de los homicidios en el país centroamericano, atribuidos principalmente a las pandillas llamadas "maras", el presidente Nayib Bukele ordenó endurecer las medidas en las cárceles y en los territorios.
"Vamos a hacer que los pandilleros que cometieron esos homicidios se arrepientan toda su vida de haber tomado esa decisión", dijo el mandatario en una reunión de su gabinete de seguridad, según un tuit de la Secretaría de Prensa de Casa Presidencial publicado el lunes.
Horas más tarde, el director de Centros Penales, Osiris Luna, supervisaba el proceso de instalación de un "nuevo régimen de seguridad" que se implementará en todas las cárceles, un modelo de aislamiento que adoptaron de una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, donde se recluyen cabecillas.
"No podrá entrar ningún rayo de sol a ninguna de las celdas, vamos a bloquear toda visualización para que ellos no puedan tener ningún tipo de comunicación", dijo Luna a la prensa, en el complejo Izalco, a 65 kilómetros al oeste de la capital.
Los miembros de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y su rival Barrio 18 eran exhibidos, únicamente con ropa interior, sus tatuajes alusivos, cabelleras rapadas y sin ningún tipo de protección en el marco de la emergencia por el coronavirus.
En todo el sistema de cárceles están recluidos unos 12,862 pandilleros, informó la Dirección de Centros Penales.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara, dijo que las medidas impulsadas por Bukele están enmarcadas en un contexto "preocupante" con expresiones del uso excesivo de la violencia o el uso de militares.
"Vimos con mucha preocupación esas escenas de las últimas medidas tomadas en las cárceles, referente a las personas privadas de su libertad, que son escenas donde juntan a las personas en los patios de las cárceles de manera humillante, denigrante", afirmó.
Durante el fin de semana, el país centroamericano reportó un total de 58 homicidios, según datos de la Fiscalía, la jornada más sangrienta desde que el presidente Nayib Bukele asumió su mandato el 1 de junio de 2019.
El mandatario ordenó el aislamiento total por 24 horas, la suspensión de todas las actividades al interior de las prisiones y aglutinar a miembros de diferentes pandillas en una misma celda, supuestamente con el propósito de cortar la comunicación.
También autorizó a los cuerpos de seguridad el uso de la "fuerza letal" contra los pandilleros.
El Salvador, que había reportado varios días sin ningún homicidio y una reducción significativa desde la llegada de Bukele a la presidencia, registró el año pasado 36 homicidios por cada 100.000 habitantes. (Escrito por Nelson Rentería. Editado por Noé Torres)